“Senador masacre”, JEP y Pompeo
Mario Serrato Valdés
El artículo 102 del Código Penal tipifica y castiga la apología al genocidio. El trino del ‘Senador Masacre’ iba dirigido a los indígenas y puede demostrarse que la protesta de estos en la vía panamericana fue su detonante. ¿Por qué en la Fiscalía no han iniciado una investigación de oficio al presunto responsable de ese delito? ¿están aterrorizados?
Realmente pienso que las innecesarias objeciones presidenciales están hundidas. En el Senado se presentará una votación similar a la de la Cámara. Aunque preocupan los frascotes de mermelada que desde anoche están repartiendo en palacio, el número de torcidos no les alcanzará para ‘hacer trizas’ el proceso de paz. Una sola cosa puede revertir la estruendosa derrota de la ultraderecha en su inocultable propósito de volver a la guerra y a las anheladas masacres de su jefe y esta sería una bestialidad de marca mayor de la ya descifrada ultraderechista guerrilla del ELN. La rabiosa ultraderecha colombiana no se quedará quieta, de eso podemos estar seguros.
Mike Pompeo, el grandulón que oficia como secretario de Estado gringo es idéntico a Pedro Picapiedra, no solo por su evidente parecido físico, tambien por sus convicciones políticas, las cuales parecen haber sido concebidas en algún momento no definido entre el cretácico tardío y el paleolítico superior. Su alma de hacendado algodonero de la Atlanta del siglo XVI y la arrogancia típica de los republicanos gringos, le impiden admitir y reconocer, entre otras cosas, la existencia del cambio climático, el trato digno a los migrantes latinoamericanos y el derecho de los pueblos a la autodeterminación.