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El desarrollo económico del Atrato Medio

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Luis Darley Cuesta H.

La subre­gión del Atrato Medio está compuesta por cuatro mu­nicipios: Boja­yá y Medio Atrato (Beté), del Chocó y Vi­gía del Fuerte y Murindó, de An­tioquia.

 

Es una zona rica en oro, maderas, con gran fertilidad para la agricultura con ecosistemas húmedos y tropicales, y una de las de mayor rendimiento hídrico del mundo.

No obstante, pese a tanta riqueza natural y cultural, la región presen­ta hoy uno de los peores índices de desarrollo y pobreza del país. Mientras las capitales departamen­tales tienen un índice de calidad de vida de 80,5% y el promedio na­cional es del 76%, en al Medio Atrato es del 53,1%. Según el in­forme del PNUD el 51,6% de los hogares de estos municipios no cuentan con condiciones mínimas de habitabilidad y vivienda y solo el 11,8% de estos tiene acceso per­manente a los servicios públicos.

Son tan pobres y olvidados los habitantes de Vigía del Fuerte y Murindó en Antioquia, 68.35% y 97,08% de NBI respectivamente como lo son Bojayá y Medio Atra­to en el Chocó, 87, 5 y 96.03% de NBI. Mientras el porcentaje de po­blación multidimensionalmente pobre a nivel nacional fue de 49% en la región la incidencia fue de 77,4%.

Es necesario buscar diferentes estrategias que contribuyan a supe­rar las precarias condiciones de de­sarrollo de la población. Un alto porcentaje de hogares en la zona enfrenta privaciones en las varia­bles educativas que componen el IPM: el 79,5% de los hogares en­frentan bajo logro educativo, 17.4 puntos porcentuales por encima del nivel nacional y el 37,7% de ellos enfrentan privación de alfabe­tismo, 19, 2 por encima del total nacional. El aseguramiento en sa­lud no se queda atrás; mientras que a nivel nacional la privación del aseguramiento en salud es del 29,6% de los hogares en la región en cuestión es del 59%.

Y se tienen serias falencias en conectividad y déficit en infraes­tructuras de transporte y movilidad que hacen necesario fortalecer los medios de transporte de carga y de pasajeros, mejorar la infraestructu­ra y consolidar polos de desarrollo intermedio.

Es necesario adelantar iniciativas de desarrollo productivo sostenible en la subregión que contribuyan a la superación de la pobreza extre­ma, en donde el porcentaje de ho­gares que enfrentan altas tasas de dependencia económica llega al 62,7%, mientras el promedio na­cional corresponde al 42,4%.

 

Para ello se deben emprender la identificación de objetivos comu­nes, programas y proyectos a gran escala, identificando recursos y en­tidades responsables.

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