El ingeniero civil Ramón Mosquera Rivas es conocido por su gestión como gobernador del Chocó, plasmó muchas de sus inquietudes en varios libros como Recuerdos de un Hijo de Mineros, 1985, El Istmo de San Pablo, 1935, Problemas del Chocó, Posibles soluciones, 1984.

Y escribió numerosos artículos sobre minería, recursos naturales y la necesidad de vías en el Chocó.

Un artículo menos conocido fue el titulado Hierbas Medicinales del Chocó, publicado en el Boletín de la Sociedad Geográfica de Colombia, Volumen 37, 1984-1985, donde enumera algunas de ellas:
Llantén. Para afecciones de los riñones, hipertensión arterial.
Botoncillo. Para curaciones del hígado.
Hierbabuena. Contra resfriados, aguas aromáticas y en culinaria.
Sauco. Sabor amargo, usado en forma de jugo crudo contra las fiebres y escalofríos palúdicos.
Celedonia. Mezclado con aceite de higuerilla, se emplea como vermífugo para expulsar gusanos, lombrices y otros parásitos intestinales.
Higuerón. Fruto del cedro, disuelto en aguardiente o agua hervida, se emplea en tratamientos del hígado, alteraciones de la vesícula biliar e hipertensión.
Dormidera. Para combatir el insomnio, en bebedizos o en baños de cabeza y cuerpo entero.
Limoncillo. Como aromática; también en culinaria; por ejemplo, para preparar “guarapo”, sumo de caña de azúcar, cocido con cierta sazón que le da “el punto”.
Santa María Boba y de Anís. Bebidas refrescantes. La segunda es medicinal en forma de venda para el dolor de cabeza.
Churco. Uso curativo contra una erupción en la lengua y paladar de bebés.
Barbasco. Se extrae veneno de las hojas para matar a los peces.
Verbena. Se usa para combatir el insomnio. Malva, salvia, paico, ruda, pringamosa (ortiga).