Una economía de corazón para la gente en nuestro Chocó
Alex Noha Arce
Siempre se ha pensado que economía es equivalente a cifras, indicadores como el dólar, euro, petróleo, IPC, PIB, inflación, acciones, etc.
Sin embargo no hay un indicador sobre el bienestar de las personas. Esta semana un estudiante chocoano planteó en whatsapp lo siguiente: “El Chocó necesita un dirigente que no sea de allá y que tenga miras hacia el capitalismo”. Y agregaba que “el capitalismo es un sistema donde hay propiedad privada sobre los medios de producción, con acumulación de riqueza. Esa será la única forma de que podamos avanzar un poco y de que los recursos no se desvíen. Que roben pero poquito, que se vea al menos la inversión, que no se unte de la mermelada política, que genere fuentes de trabajo”.
Este estudiante desconoce el alma del capitalismo, su esencia y su razón de ser, que es la ganancia sin escrúpulo alguno, donde los derechos son de los privilegiados.
Si bien se han podido medio generar empleos en el comercio, estas empresas optan por recortar personal o de rotar trabajadores a cada rato, además recurren a mano de obra informal o barata a fin de que la plusvalía sea la reina.
Debemos plantearnos: ¿El Chocó necesita un dirigente capitalista o un dirigente que maneje los recursos con sentido social?
Se deja entrever una vez más que desarrollo debe ser equivalente cemento, a a generar empleos de manera superficial sin realmente poner de primero a lo humano.
Lógicamente en su naturaleza el capitalista va a crecer siempre sus arcas y las de los particulares, monopolios, gremios, multinacionales y demás, sin importarle realmente el bienestar y la libertad de las personas.
Toda promesa y/o acción efectiva socioeconómica, política, cultural y demás en Colombia, Latinoamérica, en especial en el Chocó, debería ser sobre los planteamientos de dos señores economistas que ganaron premio Nobel de economía.
El primero es Amartya Sen, de origen indio, por sus trabajos sobre el bienestar, quien plantea que “el desarrollo es más que un número”. El Segundo Es Manfred Max -Neff, chileno de descendencia alemana, por su teoría sobre el Desarrollo a Escala Humana y los principios de la Economía Descalza.
Surge otro interrogante, ¿Qué se puede hacer cuando un pueblo se deja comprar la conciencia, con dinero a través de un voto, por lo coyuntural, cuando no puede ejercer su participación ciudadana, cuando se deslumbra más por discursos sobre el crecimiento y/o desarrollo repetitivos?¿Dónde está el avance latente ?
Lo único cierto es que nuestro Chocó para progresar, debe votar algún día, no por influencias sino por su propia identidad, por su verdadero desarrollo humano en todos los sentidos y hacerlo de corazón.