top of page

La economía naranja

cuesta carlos william.jpg
Carlos William Cuesta Valencia

El abo­gado y cultor Jac­kson Ra­mírez M. ha venido insistiendo en la opor­t u n i d a d para los hombres y mujeres en la aplicación estructurada de la economía naranja. Cuando hablamos de economía naran­ja nos referimos al compendio de actividades culturales tales como: la arquitectura, las ar­tes visuales y escénicas, arte­sanía, cine, diseño editorial, la música, la danza, la moda, los juguetes y el deporte. La economía creativa compren­de los sectores en los que el valor de los bienes y servicios se fundamenta en la propie­dad intelectual.

Los chocoanos tenemos grandes ventajas comparati­vas con las aptitudes para la ejecución de las actividades culturales y deportivas que nos hacen únicos en el país. La caracterización de estas aptitudes es un factor funda­mental y preponderante en la medida en que se diseñe una propuesta de desarrollo para este pueblo en la medida en que se aproveche estas cuali­dades.

En cualquier modelo que se busque beneficiar a un deter­minado núcleo poblacional, la primera pregunta exacta a la mente del investigador es:

 

¿Cuál es potencial del ta­lento humano? Desde la eco­nomía debe entenderse que la cultura genera empleo y muchas posibilidades de in­greso y participación social, hasta tal punto que este sector económico representa el 6.1 % del producto interno bruto a nivel mundial, mucho dine­ro; pues, el banco mundial lo estima en 4.3 billones de dó­lares anuales.

 

Los próximos gobernan­tes del Choco deben insertar en sus respectivos planes de desarrollo un capítulo que se comprometa la economía naranja; dado que, para obte­ner recursos del presupuesto nacional, estos instrumentos territoriales de planeación, debe estar en sintonía con el plan de desarrollo nacional. El próximo presidente Duque planea impulsar con mucha determinación la economía naranja, un filo monetario de mucha importancia.

 

La cultura y el deporte han ganado cada vez más relevan­cia como sectores que no solo aportan a la identidad, a la co­hesión social y al patrimonio cultural del departamento; sino que es un potencial ge­nerador de crecimiento eco­nómico.

bottom of page