En el video que publicó se observa como, además de grandes atunes, se encuentran en la malla varios delfines que sufren graves heridas antes de ser devueltos al mar.

Cuenta Mejía que llamó en varias ocasiones a los guardacostas, “Me empezaron a pedir las coordenadas, pero cuando se las daba, me decían que no podían venir, que la comunicación estaba cortada”.

Mientras tanto, el barco extranjero terminó la faena, retiró las mallas y se fue, llevando unas cuarenta toneladas de atún y dejando centenares de peces muertos.

El punto donde se produjo la pesca está prohibido desde 2008 para barcos con ese gran tamaño.

Existen en Bahía Solano y Juradó dos zonas de protección para que el atún pueda regenerarse: la Zona Económica Exclusiva para la pesca artesanal, ZEPA, hasta 2,5 millas de la costa, y luego una zona especial de manejo pesquero, ZEMP, que va desde el límite exterior de la ZEPA hasta las 22.5 millas náuticas mar afuera , donde se prohíbe la pesca industrial de atún con embarcaciones con capacidad igual o mayor a 108 toneladas. El barco panameño estaba pescando en forma irregular en la zona ZEMP y solo tenía permiso para pescar más allá de 22.5 millas.

Un representante de la Federación de Trabajadores de la Pesca de Bahía Solano denunció que en la última década se han capturado tres barcos pescando ilegalmente atún en zonas no autorizadas y los camaroneros realizan las faenas en la noche en zonas no permitidas, lo que impide hacer fotos y videos.
A los pescadores artesanales solo les está permitido utilizar anzuelos.

La Armada Nacional realizó un documento denominado “acta de protesta” ante la Dirección General Marítima, Dimar, y la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca, Aunap, sobre estos hechos para analizar el caso y tomar las medidas necesarias.