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Desde un semáforo

Ely Gómez Ortega

A la fecha, ya es­tamos entrando al quinto mes del 2018, así que apro­vechamos este chompi de Chocó 7 días, en su nuevo lo­cal, para comentar­les que vienen mu­chas conmemora­ciones, destacándose el día del trabajo, el de las madres, el de los educadores, el ani­versario del grandioso Paro Cívico, de modo que les anticipamos congratula­ciones.

También para el Dr. David Emilio Mosquera Valencia, por su asunción a la rectoría de nuestra Alma Mater UTCH, y reconocer la estupenda gestión del Dr. Eduardo García Vega, quien pasará a la historia como uno de los mejores.

En nuestro recorrido debemos contar­les la depresión que nos aqueja por el maltrato que la administración judicial de Medellín para Antioquia y Chocó, da a los juzgados.

Por ejemplo: en uno de ellos, se publi­can los estados, avisos y edictos, día de por medio o cada ocho días, por falta de papel, tinta e impresora; en otros el mo­biliario destartalado, viejo, oficinas y pasillos oscuros.

Los jueces graban audiencias en sus propios celulares porque no hay equi­pos. El calor es sofocante, sin ventila­dores, ni aire acondicionado, especial­mente los ubicados en una casona de la carrera primera donde funcionó Dispac, en seguida de Codechocó. Contrasta con el Palacio de Justicia donde salvo algunas falencias de los computadores del primer piso y varias sillas chuecas, las oficinas son relativamente conforta­bles, salas de audiencias, butacas para el público. Escuchamos comentar que el papel bond, el papel higiénico, el jabón para pisos y baños de Medellín lo man­dan contados para que dure dos meses. Pero nadie reclama, ni exige, ni protes­ta, por temor a represalias.

Ni mencionar los juzgados de los de­más municipios. Por algún motivo, estu­vimos en Condoto, hace pocos días. Los trabajos de la vía desde la UTCH, hasta el terminal, son una farsa, raspan la carrete­ra, la humedecen, pero nada de pavimen­tación. Igual ocurre Istmina- Condoto, los trabajos no avanzan, no obstante el compromiso de terminarlos el 31 de mar­zo de 2018. El puente sobre el río San Juan, en Tadó, amenaza colapsar.

Antes de concluir esta página, la si­tuación de la cárcel distrital es deplora­ble: hacinamiento, pestes y maltrato a los reclusos, que también arropa a abo­gados, quienes deben dejar sus perte­nencias, joyas, relojes, celulares, correa, dinero, lapiceros, en una cafetería exter­na, y al entrar, los requisan y los miran como sospechosos. Nuestra capital exi­ge una cárcel nueva.

Telegramas: 1) Deseamos pronta re­cuperación de la salud a Jorge Valencia Díaz, Marco Tobías Cuesta, Pío Perea Rosero y Pacho Londoño Rengifo.

2) Crece la inconformidad por el lento avance del Megacolegio, la Nicolás Ro­jas, el José Del Carmen Cuesta, el Cla­reth, y la escuela de San Vicente,

3) Felicitaciones a Jerónimo Mena Mosquera, por su nueva Odisea.

4) Reiteramos nuestra sugerencia de aprovechar la seguía para limpiar La Yesca.

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