UTCH, ¿Quince años perdidos?
Marco Aurelio Guío Ledesma
Con la posesión del nuevo rector de la UTCH -que tiene un inmenso reto-y al evaluar los indicadores de calidad del Ministerio de Educación y del Icfes se concluye que son muy deficientes en materia de docencia, investigación y proyección social, y se concluye que se perdió un tiempo valioso en el desarrollo de la institución, ya que a nivel del SUE (Sistema Universitario Estatal) la UTCH ocupa los últimos lugares, solo supera a dos universidades.
No se acreditó de calidad ningún programa académico, están sin registro los programas de enfermería y arquitectura, la facultad de educación está próxima a cerrarse, debido a que le queda poco tiempo para acreditar de calidad los programas, el número de estudiantes se ha venido reduciendo, están desapareciendo artes plásticas, educación básica con énfasis en ciencias naturales y educación ambiental, ingeniería teleinformática, técnica profesional en minería sostenible, gestión minero ambiental, gestión turística y hotelera y sociales.
En investigación no hay grupos registrados en las categorías altas de Colciencias, la producción en revistas indexadas a nivel nacional e internacional es muy baja, no hay resultados de las investigaciones que tiene que ver con los problemas del Chocó -a pesar de la gran inversión con recursos de regalías- y del incremento en el número de docentes con maestrías y doctorados. Sin embargo, es importante reseñar la mejora en la infraestructura física, la dotación de aulas y laboratorios y la adquisición de libros y revistas para la biblioteca.
Según información en redes sociales -sin datos oficiales- existe un déficit de caja de más de 20 mil millones y el déficit general sobrepasa los 35 mil millones (incluye pasivos contingentes y concurrencia pensional) con una institución burocratizada y politizada y el escándalo de títulos falsos de derecho, que se dice está también en otros programas, por lo que hay una desconfianza a nivel nacional, cuando alguien exhibe un titulo profesional expedido por la UTCH.
Pronto entregan las subsedes de Istmina y Bahía Solano, sin conocer que tipos de programas se van a ofrecer y las modalidades del caso (presencial, semipresencial, distancia) ni los costos de apertura ni dónde están los recursos para su sostenimiento. Parece que la presencia de la Universidad Nacional en Tadó es una estrategia del gobierno nacional para garantizar la oferta de la educación superior pública en la región. Es inaceptable que después de tanto tiempo se diga que por falta de apoyo de los ministerios de educación y hacienda, no se acreditó ningún programa, ni la Universidad.