La deuda de las EPS (sobre todo Medimás, Comparta, Nueva EPS, Coomeva y Barrios Unidos) a las entidades prestadoras de salud en el Chocó ya llega a los 40 mil millones de pesos.

Esta semana se realizó una reunión de evaluación de esta crisis, entre las EPS, las IPS y Supersalud, pero no se definió una solución integral.
“Las propuestas hechas durante la reunión no las recibimos de buena manera porque no son soluciones estructurales a las carteras que se tienen y que no garantizan un flujo de recursos adecuados, pues la situación de los hospitales es crítica y aquí se están planteando soluciones con efectos mínimos”, dijo Carlos Tirso Murillo, Secretario de Salud del Chocó.

El hospital de Condoto se cae a pedazos, parece una pocilga. Se presenta anormalidad en el Ismael Roldan de Quibdó.

Los empleados del hospital Eduardo Santos de Istmina exigen el pago de más de siete meses de salarios, compra de insumos, arreglo en las instalaciones.

A diario se presentan negativas a las remisiones de pacientes en estado delicado. “No hay cama”, es casi la pena de muerte a los pacientes del Chocó.
Hace dos días los habitantes de La Encharcazón, corregimiento de Río Iró, realizaron desfiles con carteles exigiendo la aprobación de la remisión a Medellín de un niño del lugar, Yorman Steven Domínguez Sánchez, que se agravaba cada día en un hospital de Quibdó por la negligencia de la EPS Comparta. “No más paseos de la muerte”, gritaban.