CURIOSIDADES DEL CHOCÓ
El día que dos presidentes condecoraron a
un chocoano. Un cobro arbitrario
Francisco Moreno Mosquera
Sucedió en el auditorio ‘Jesús Lozano Asprilla’, de la Universidad Tecnológica del Chocó, el 2 de agosto del año 2008. En un consejo comunal, el presidente de la república de Colombia, Álvaro Uribe Vélez, y su homólogo de Guatemala, Álvaro Colom, entregaron la Gran Orden al Mérito Cultural al artista chocoano Alfonso Córdoba, popularmente conocido como El Brujo. Se trata del máximo galardón que otorga el Gobierno Nacional a quienes han hecho aportes importantes a la cultura del país. En dicha ceremonia estaba el presidente guatemalteco en calidad de invitado especial y éste, lleno de admiración al escuchar la brillante historia de El Brujo, espontáneamente se acercó a la tarima para ponerle la medalla, mientras el presidente Uribe le entregaba el diploma.
Hoy, cuando vivimos en la era de la información y las comunicaciones, en la que, gracias a la tecnología y la Internet, los lugares más remotos están a sólo un clic de distancia, resulta risible recordar lo tortuoso que era en épocas pasadas enviar una carta desde el Chocó a cualquier ciudad de Colombia o del exterior. Era necesario ponerle estampillas por el valor del porte, con unas tarifas costosas. Un caso curioso sucedió en la oficina de correos de Quibdó en diciembre del año 1922, cuando se acabaron las estampillas de tres centavos, que era el valor a pagar por enviar una carta al interior del país. El administrador de correos decidió, caprichosamente, exigirles a los usuarios postear sus cartas con estampillas de cuatro centavos, dando como justificación que eran las únicas que quedaban en la oficina. Las gentes protestaron ante el gobierno nacional por tamaña arbitrariedad, argumentado que con la misma lógica del funcionario podría exigir estampillas de a diez, si éstas fueran las únicas que tuviera la oficina.