Seguridad alimentaria y productividad para el desarrollo humano
en Río Quito
Nelson Pino Cabrera
El municipio del Río Quito hace más de una década explota de manera irracional sus recursos naturales a través de la minería, lo que ha significado el cese de actividades productivas alternativas como la agricultura que en otrora era su principal actividad económica y de Subsistencia.
Los terrenos productivos próximos a la cuenca del río Quito fueron puestos a disposición de la minería dejando una gran devastación ambiental e impactantes secuelas en lo social.
El reto es cómo mitigar y solucionar problemáticas inmediatas que hoy padecen cientos de familia que dependen del río.
Gracias a Dios se cuenta con tierra fértil de pesca y de oro, tal como lo indica el himno del Municipio, que no solo tiene terrenos actos para la actividad minera, sino que posee gran potencial para la cultivos productivos.
Reconociendo, viviendo y sintiendo el territorio es posible conseguir alternativas de solución a las múltiples dificultades que le Afectan. De allí que resulta fundamental la construcción de un gran PROYECTO DE VIDA COMÚN en torno a la reactivación del campo que tradicionalmente ha sido nuestro principal medio de Subsistencia.
Que productos como arroz, plátano, banano, lulo, cacao, no solo garanticen alimentos para las familia, sino que representen una fuente de ingresos mediante su comercialización, todo esto requiere la transformación y estructuración de productores.
La puesta en marcha de este proyecto de vida comunitario de SEGURIDAD ALIMENTARIA Y PRODUCTIVIDAD representa la posibilidad de permitirle herramientas para que las comunidades asuman autonomía en la generación de condiciones de vida dignas, lo que presupone el anhelado desarrollo humano.
Además, genera nuevos y mejores frentes de empleo para quienes han trabajan el campo de manera empírica, técnicos y profesionales de diferentes áreas que articuladas y en función de un objetivo común, posibilitan una explotación adecuada de nuestros recursos naturales y le damos paso a la transformación de la materia prima, conectándose así con la cadena productiva del departamento, del país y del mundo.
Río Quito, estamos sentados aún sobre la “mina de oro”. De nosotros depende comenzar a escribir las nuevas páginas de la transformación, innovación y emprendimiento para el desarrollo humano.