1. Como es de total conocimiento de la opinión pública, durante los años 2016 y 2017 los habitantes del Chocó nos movilizamos durante 24 días, de manera pacífica, pero enérgica, para exigirle al Estado Colombiano las inversiones necesarias y suficientes, que posibilitaran disminuir las brechas de la desigualdad, la inequidad y la ignominia, que nos mantienen al margen del desarrollo y con indicadores de nivel de vida muy por debajo del promedio nacional. Como efecto de este movimiento, reconocido a nivel mundial por su trascendencia histórica y por la justeza de las reclamaciones, se suscribió un pacto por la gobernanza del Chocó, que contiene las bases para impulsar las transformaciones sociales y económicas que anhelamos como pueblo.
2. Del acuerdo en referencia se ha cumplido alrededor de un 30%, expresado en los 440.000 millones de pesos que se están invirtiendo en las pavimentaciones de las vías desde Quibdó hacia Medellín y hacia Pereira, incluyendo la intervención del tramo vial a partir de la salida de esta ciudad hasta Las Ánimas; los estudios y diseños de la vía al mar; el mejoramiento de algunos aeropuertos; el dragado de la boca Coquito del río Atrato; el Saneamiento del hospital San Francisco de Asís; estudios, diseños y aporte inicial para el hospital de tercer nivel, así como los de mediana complejidad en las subregiones; en materia deportiva, coadyuvamos al rescate de los 51 mil millones de pesos de juegos nacionales, los cuales se están invirtiendo en los escenarios previstos. De análoga forma, se están impulsando programas de fomento deportivo y se avanza en la gestión para la creación de una oficina regional de Coldeportes, en aras de coordinar con INDECHO y las administraciones territoriales la planeación del deporte chocoano. En cultura, fuimos cogestores de la reconquista del teatro Cesar Conto, que tiene asegurados los recursos para su construcción y dotación; se avanza en la gestión para la elaboración del plan decenal de cultura departamental, con el apoyo del Ministerio del ramo, ya que el gobierno departamental no cumplió con esta responsabilidad.
3. En cuanto al respeto al territorio de Belén de Bajirá, el Instituto Geográfico Agustín Codazzi IGAC, en estricto cumplimiento a las leyes 13 de 1947 y 1447 de 2011, definió que dicho territorio pertenece a la jurisdicción del departamento del Chocó, ya que no existe límite dudoso con respecto a la realidad geográfica. En la actualidad, tenemos el siguiente panorama frente al tema: no se ha podido concretar la transición en los sectores de educación, salud, saneamiento básico y administración territorial, debido a que las autoridades de Antioquia no asisten a las reuniones, ni suministran la información pertinente; por tal motivo, le hemos exigido al Gobierno Nacional que haga respetar las decisiones tomadas por el IGAC y a las autoridades de control que fallen con prontitud las múltiples demandas que se han interpuesto. Nosotros por nuestra parte, acudiremos a la comunidad internacional y mantendremos el estado de alerta para movilizarnos nuevamente, si es menester. Además, venimos gestionando la creación de la oficina territorial del IGAC para el Chocó; la inscripción catastral de los predios que se encuentran registrados en Turbo y Mutatá, en el municipio de Riosucio; las tareas asociadas a la creación del Municipio; las acciones tendientes a garantizar la seguridad de los líderes y la recomposición del tejido social; la exigencia al Gobierno departamental para que adopte las medidas de rigor que tipifiquen el ejercicio de la soberanía y la gobernabilidad en el territorio, así como la realización de las inversiones necesarias, que mejoren las condiciones de vida de los habitantes de esa región.
4. La gran mayoría de los compromisos asumidos por el Estado Colombiano en los mencionados acuerdos, están por cumplir, en los siguientes asuntos: Educación en todos sus niveles, teniendo en cuenta que existe una mesa técnica que atiende lo relacionado con la Universidad Tecnológica del Chocó, desde la cual pretendemos resolver muchos temas para la modernización de nuestra alma máter; la autonomía administrativa del departamento, que nos permita el acceso a los servicios que ofrecen las 46 entidades que nos atienden desde Antioquia, Valle o Risaralda, en nuestro propio territorio; la optimización de los servicios públicos en todos los municipios, incluyendo la rebaja de las tarifas; la puesta en marcha de un sistema de productividad, que garantice la transformación de materia prima en la región, como estrategia para reducir el desempleo, propiciando un gran impulso al desarrollo agrícola, ganadero, pesquero, turístico y el ejercicio de la minería responsable, en armonía con el medio ambiente; un sistema de comunicaciones óptimo, en radio, televisión e internet; la expedición de políticas públicas con enfoque diferencial étnico, acorde con nuestra cosmovisión, en el marco del respeto a nuestros derechos humanos, como individuos y como pueblo; los elementos relacionados con la seguridad y las garantías para el disfrute de la paz con justicia social; los planes específicos para resolver las problemáticas de grupos poblacionales como la niñez y la adolescencia, la juventud, mujeres cabeza de familia, diversidad sexual, en condición de discapacidad, víctimas, etc.
5. En este marco, hemos venido interactuando con el Gobierno Nacional, con los garantes y con la comisión legal Afro del Congreso, en aras de precisar los aspectos relevantes del acuerdo, que deben ser incluidos en el Plan Nacional de Desarrollo. Se instaló la comisión de seguimiento, definida por el decreto 766 de 2018 y hacemos parte de la comisión intersectorial para Chocó, desde donde se articula toda la oferta institucional de desarrollo para el departamento.
6. Por último, le informamos a la opinión pública que el Comité Cívico se mantiene unido y activo en sus diferentes instancias organizativas: Asamblea General, Comité Ejecutivo y Comité Central, así como sus 12 mesas temáticas. Desde el 18 de mayo de 2016 no hemos dejado de trabajar un solo instante y lo seguiremos haciendo con el mismo entusiasmo, hasta lograr derrotar la discriminación y la corrupción, como flagelos causantes de la paradoja de vivir en el territorio más rico y al mismo tiempo, el más pobre de Colombia. Reciban nuestros fervientes deseos de unidad y paz en estas festividades de navidad, pascua y año nuevo. Que Dios ilumine nuestro trasegar por este sendero de lucha, hacia la conquista de la vida digna que nos merecemos.
Quibdó, diciembre 28 de 2018.