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El Chocó de Ayer

De la edición 3075 del periódico ABC (Octubre 22 de 1935)


Renunciaron los secretarios de la intendencia y otros empleados
Con motivo del nombramiento del nuevo Intendente nacional del Chocó, por renuncia del doctor Adán Arriaga Andrade, han presentado renuncia de sus cargos de secretarios de gobierno y hacienda, los doctores Gerardo García Gómez y Dionisio Echeverry Ferrer. Igualmente han presentado sus notas de renuncia los señores Jorge E. Díaz, alcalde provincial, doctor Demetrio Valdés Ortíz, director de obras públicas, don Arturo Arango, arquitecto del palacio intendencial, don Vicente Barrios Ferrer, director de educación pública, y entendemos que todos los empleados están haciendo lo mismo, con el fin de que el nuevo intendente doctor Yacup quede en completa libertad para rodearse del personal que estime conveniente para el mejor éxito de su administración.
La realidad agrícola de Acandí
Tantas cosas ciertas o equivocadas, se han escrito sobre el Chocó, que vacilamos en volver sobre el tema, que en nosotros constituye una obsesión, temerosos de que el lector no disimule su fastidio con la sola visión del título.
Todos los visitantes de esa zona regresan haciéndose lenguas de la fertilidad de aquellas tierras privilegiadas, donde no hay brazos en descanso, porque la tierra secunda el esfuerzo, con su fecundidad asombrosa. En el municipio de Acandí nadie se queja de ingratitud de la tierra, porque ella devuelve con creces la semilla que se planta en sus entrañas.
Cuando oímos decir que en Colombia, pero especialmente en los sectores urbanos del Chocó, hay individuos de trabajo, existe el problema del desempleo, por mejor decir, pensamos que ello sucede por una de dos razones; o por falta de información sobre lo que es ese emporio a que venimos aludiendo, o porque, en realidad, nos encontramos frente a un hecho vergonzoso; el hombre nuestro, el del Chocó, y el de Colombia, se avergüenza del trabajo que encallece y curte, y prefiere la regalada vida del oficinista que espera el final del mes para presentar la nómina, o se anticipa a dejar en manos del usurero lo que es ya un sistema revelador de la realidad de la adquisición uno o dos meses del futuro.
Sabemos que el país importa fuertes cantidades de cacao, porque la producción no alcanza para el abastecimiento nacional, pagando sumas crecidas por el fruto, no obstante que existen zonas baldías tan extensas y tan fértiles, tan aptas especialmente para el cultivo del cacao, como son las de Unguía y el municipio de Acandí. Mientras tanto se siembra café, y se siembra en forma creciente, a pesar de que el país tiene ya la experiencia del error del monocultivo, y no tiende la mirada, como debiera hacerlo, por deficiente información sin duda, o por pesimismo, hacia otros renglones de producción agrícola.
En Colombia existen fábricas productoras de chocolate para el consumo en las comidas y para golosinas. Y sus compañías importan, como dijimos al principio, cantidades apreciables de cacao, de procedencia ecuatoriana, o de Centro América, porque el país no produce la cantidad suficiente, la requerida para las necesidades internas.
No están a nuestro alcance las estadísticas que muestran, esa aseveración, pero estamos seguros de que el departamento de Contraloría que está hoy día a cargo de un organizador tan competente como Plinio Mendoza Neira, contribuirá si lee este artículo, a mostrarle al país cuánto dinero se escapa de la economía nacional por importación del cacao.
Nada de eso sucedería si las compañías interesadas en la elaboración del cargo, se resolvieran a invertir algún capital en el cultivo de ese árbol, aprovechando para ello extensas zonas baldías que se encuentran en el municipio de Acandí, especialmente en el corregimiento de Unguía donde actualmente se pierden, al decir de un informado exacto los productos de setenta mil árboles de propiedad de indígenas a quienes consume la tuberculosis.
Allí la tierra es baldía, el clima sano y los terrenos, como hemos dicho, apropiados para el cacao y el banano. A vuelta de pocos años, con cultivos científicos, habría en esa zona una producción tal que bastaría para el consumo interior, y para elevar considerablemente nuestros renglones de exportación.
Insistimos en el cultivo de cacao, porque el del banano es incrementa a ojos vistos, y tan pronto estén arreglados los caños que dan pase al Atrato, en donde las siembras alcanzan ya proporciones dignas de mencionarse, y se construye, con erogaciones misérrimas, el puerto de Acandí, para evitar los grandes trabajos que experimentan esos aguerridos agricultores para el embarque de sus frutas, a los pequeños barcos que visitan la costa, con procedencia de Colón, nada tendrá que envidiarle al Chocó, como productor de bananos a la zona del Magdalena.


De la edición 3076 del periódico ABC (Octubre 23 de 1935)
Notas locales

- Se vende, en magníficas condiciones la casa de propiedad del señor Abraham Perea, (antigua del señor Misael Moya, en calle Pandeyuca). Toda de madera y techo de tejas; magníficas habitaciones, amplio, etc. Entenderse con su propietario.
- Para Bolívar (Antioquia) y con rumbo a Bagadó, por la vía de Playa de Oro, es decir, haciendo una interesante gira, siguieron los señores José de la C. Correa R., Abraham Rentería Maturana, Ángel Primo Rodríguez T., Octaviano Borja R., y Zoilo Borja. Atentamente los despedimos.

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