La negación de un pueblo
Marco Aurelio Guío Ledesma
Ha pasado el debate electoral y los resultados nos muestran que seguimos siendo un pueblo negado a buscar en forma colectiva un proyecto de vida común. Seguimos con el “canibalismo político” de tirar cada uno para su lado.
¿Que nos pasa como etnia? Cada vez nos invisibilizamos más y negamos la presencia del otro.
Y como alguien me decía “es que los chocoanos tienen una alta propensión a vivir en la miseria, pobreza y les importa poco cuando se habla del desarrollo, de buscar una mejor vida, son felices en la forma como viven y ofrecer cualquier cambio es como arar en el desierto”.
Me resisto a creer que el determinismo histórico de marginalidad siga siendo el derrotero de un pueblo digno, laborioso y que nuestros antepasados contribuyeron a crear mucha de la riqueza existente en el país y cuya concentración hoy es tan cruel, que según las estadísticas somo unos de los países más desiguales del mundo.
Es increíble que personas del Chocó votaran por candidatos que nos quieren despojar de nuestras tierras.
Eso es perder parte de la cultura y de la integración social de los pueblos asentados en la geografía del Chocó. Sin tierra muchos de nuestros coterráneos se tendrán que trasladar a los cordones de miseria de las grandes ciudades a vivir del rebusque y la delincuencia y nuestras mujeres a seguir siendo las empleadas del servicio o a ejercer otras cosas, como la mendicidad o la prostitución.
La propiedad de la tierra es un factor predisponente para el desarrollo y eso lo saben los grandes terratenientes de este país. Mañana será Curvaradó, Jiguamiandó, Truandó y muchos de nuestros territorios de frontera que vienen asediados por una colonización de personas no nacidas en el Chocó y que llegan a imponer el modelo agrícola andino, que ha sido devastador para la biodiversidad de nuestras selvas.
No negamos el desarrollo, pero este deber ser para nosotros y no solo para los otros. No podemos ser los cuidanderos de esta tierra sin recibir nada a cambio.
El actual modelo económico y social impuesto para el Pacífico ha sido un rotundo fracaso cuando se analizan los índices de Necesidades Básicas Insatisfechas, NBI, pobreza, calidad de los servicios sociales, etc.
¿Cuántos chocoanos consumen agua potable? Y nos dicen que se han invertido miles de millones en ese sector.