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Con la expe­dición de la Constitución Política de 1991, que con­sagra la elec­ción nacional de los senado­res, el chocó ha venido perdien­do presencia en los espacios democráticos, por fal­ta de unidad y los egoísmos que ca­racteriza a la población de este de­partamento.

En el 2014, los chocoanos depo­sitaron mas de 100.000 votos para el senado de personas no nacidas o ajenas a esta tierra, se regalan por plata, contrato, nombramiento o cualquier promesa que les hacen, luego desaparecen de la escena re­gional o vienen a pasar un fin de semana a comerse un buen sanco­cho y darle una palmadita a las es­paldas de los llamados “capitanes políticos” que se pelean por cargar­le el maletín a estos politiqueros.

El próximo 11 de marzo se repe­tirá la historia y después nos queja­mos de la pobreza, miseria y exclu­sión del chocó y que cada día avan­za mas las desesperanza de este pueblo, nadie recuerda lo que esta pasando con Bajirá y se aprestan a votar por sus verdugos, mañana se­guirá Sipí, Litoral del San juan y San José del Palmar en donde hay controversia de linderos y cuando pensemos en defendernos, nos lle­vamos la sorpresa que no tenemos personas en los espacios democrá­ticos y ante la ausencia de chocoa­nos, nos seguirán despedazando, tal como esta actualmente adminis­trativamente este departamento.

 

No he podido entender las causas de la desunión de nuestro pueblo, somos muy solidarios en casos de dolor y alegría, una muestra es lo que hacemos cuando muere alguna persona, en cuyo caso rodeamos con sentimiento a los familiares del difunto y también en las fiestas, pe­ro no sucede lo mismo en los casos de construir un proyecto de vida colectivo, aquí cada uno “tira para su lado” sin importar lo colectivo.

 

Un elemento fundamental para salir del atraso y marginalidad es la unidad de las personas, para pensar y construir un futuro común, en donde el punto de partida es con­fianza entre nosotros, no podemos esperar que el desarrollo del Chocó lo hagan personas de otros departa­mentos, ya que seremos arrasados por los intereses foráneos.

En el Chocó hay gente muy ca­paz que ha estudiado en las mejo­res universidades de este país y han sido excelentes alumnos, muchos más que los politiqueros que nos llegan y conocen las soluciones a la grave problemática que afronta la región, pero como los vemos andar las calles de Quibdó como cual­quier parroquiano, no le damos la importancia que se merecen y por lo general los menospreciamos.

 

Como dice un adagio “Cada pue­blo elige los gobernantes que se merece”, no le echemos a nadie la culpa de la falta de sentido de per­tenencia.

El voto inútil en el Chocó

Marco A. Guío Ledesma
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