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La plata en Co­lombia alcanza para adelantar, cul­minar y sostener to­dos los proyectos de desarrollo que nos propongamos.

 

Solo debemos im­pedir que se roben 50 BILLONES de pesos al año.

 

La probada des­igualdad social en Colombia tiene por única responsable a la clase dirigente que administra el país hace dos centu­rias. Uribe gozó durante sus dos gobier­nos de los mejores precios del petróleo en toda la historia del hidrocarburo pero la desigualdad se mantuvo.

 

Santos ha vendido por BILLONES de pesos las mejores empresas de la nación y la desigualdad social continúa.

 

En otras épocas, Alfonso López dis­frutó la bonanza cafetera pero la des­igualdad se agudizó. Turbay entregó El Cerrejón y la miseria en La Guajira ya alcanzó niveles de mortandad infantil. Samper exploró y encontró petróleo y solo logró su absolución en un oscuro caso de traquetería como sumatoria a la desigualdad.

Andrés Pastrana... mejor dejemos a ese zopenco quieto.

 

En fin, ninguno disminuyó los hu­millantes índices de desigualdad social pero, en un acto conjunto de incompe­tencia y cinismo político, proponen mantenerla con los candidatos que ofrecen, sobre todo Vargas Lleras.

 

Me temo que para creerles debemos hacer una modificación sencilla en la frase máxima de las élites políticas na­cionales, frase emitida por su más ate­rrizado filósofo, ¿se acuerdan?: “Va­mos a reducir la corrupción a sus justas proporciones”.

 

Ahora, para volver a votar por ellos, les podemos decir: “Votamos por uste­des pero no roben tanto”, aunque siem­pre resulta mejor y más inteligente no votar por quienes sabemos que nos se­guirán robando.

Impidamos que se sigan robando 50 billones al año

Maruo Serrato Valdés
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