Las normas expedidas por el gobierno nacional sobre el nuevo esquema de control a la compra y venta de oro tienen al Chocó sumido en graves problemas. Los pequeños mineros chocoanos, especialmente los de la zona del San Juan, han encontrado obstáculos insuperables para vender su producción de metales.
Ello ha generado que inescrupulosos aprovechen dichas dificultades y ofrezcan sumas irrisorias por el oro o, incluso, que resucite el viejo método del trueque de oro por arroz, queso y aceite.
El gobierno impuso el Registro Único de Comercialización de Minerales (Rucom), la exigencia de solo extraer oro de terrenos con título minero y la apertura de cuentas bancarias. Pero en el Chocó toda la producción proviene de explotaciones informales desde hace siglos porque solo se ha otorgado un título a un pequeño minero.
Por esta catástrofe el personero municipal de Istmina, Yanier Lozano, pidió al gobernador del Chocó que declare la calamidad pública y humanitaria regional, con el fin de ejecutar acciones de respuesta positiva a la emergencia social presentada.
Pide el Personero, además, convocar de manera urgente a un Consejo Departamental de Política Social, con invitación de todos los alcaldes de la regiòn para que presenten en esa mesa de trabajo, propuestas, sugerencias o alternativas para subsanar la crisis regional.
“Se hace necesario como funcionarios, cumplir decididamente nuestra función social y desde ya bajarnos del tren que transporta a las clases privilegiadas de este país y embarcarnos en los rieles que conducen los vagones de los más humildes y vulnerables de nuestro amado departamento”, dice el personero en su nota al gobernador.
Piden decretar calamidad pública en el San Juan
Las engorrosas exigencias para la compraventa de oro tienen al San Juan
en una hambruna generalizada