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Cuando Colombia ocupó militarmente un área en litigio

Colombia en 1908 ocupó mediante una operación militar, el no­roeste del Chocó que, de otra manera, podría ha­ber sido panameño.

En marzo de 1908, el presidente Rafael Reyes ordenó la ocupación por tropas colombianas de la región de Juradó, entre la costa del Pacífico y el río Atrato, al noroeste del de­partamento del Chocó, que se encontraba en litigio con Panamá.

La sorpresiva operación, que se llevó a cabo luego de una penosa travesía terrestre a través de las selvas chocoanas, generó gran revuelo en Panamá.

 

Cuando Reyes asumió la presidencia en 1904, el país estaba en ruinas como conse­cuencia de la Guerra de los Mil Días, que ha­bía contribuido a la separación de Panamá. Objetivo y práctico, desde un principio el jefe del estado consideró que era indispensable su­perar las diferencias con los Estados Unidos, ya que la segregación panameña era un hecho irreversible.

A principios de 1905 se iniciaron negocia­ciones en Washington con la participación de Panamá. Al tratar sobre la determinación de la frontera entre los dos países, el representante panameño exigió que el límite fuera el que se había establecido para la provincia de Darién en un decreto de 1847.

 

La disposición fijaba el límite por el río Atrato desde su desembocadura en golfo de Urabá, aguas arriba hasta la confluencia del río Napipí, por este hasta su nacimiento y lue­go por una línea recta hasta la bahía de Cupica en el Pacífico, de fácil acceso desde Panamá. Todo el Urabá chocoano y noroeste del depar­tamento, incluyendo las posibles rutas intero­ceánicas adicionales a la de Panamá, serían panameñas.

 

El representante de Colombia, Enrique Cor­tes, no aceptó la tesis panameña y expresó al Secretario de Estado norteamericano que des­pués de haber generado la pérdida de Panamá, lo menos que podían hacer los Estados Uni­dos, era apoyar nuestra posición de que la frontera comenzara en el Cabo Tiburón en el Atlántico hasta un punto equidistante entre las puntas Cocalito y Ardita en el Pacífico, que es la que existe actualmente.

 

Aunque el secretario Elihu Root, respaldó la posición colombiana, Reyes resolvió ocupar militarmente la zona disputada. Panamá se in­dignó y pidió a los Estados Unidos que hicie­ran respetar su soberanía a lo que se habían comprometido. Washington, que no quería meterse en más líos con Colombia, no acogió la solicitud.

 

Sin embargo, en el tratado Cortés-Aroseme­na, mediante el cual Colombia reconoció la in­dependencia de Panamá y se fijó la frontera, se dispuso que en la región de Juradó, el límite sería definido por un tribunal de arbitramento.

 

Tanto dicho tratado, como el Cortés-Root con los Estados Unidos, firmados el 9 de enero de 1909, cuando fueron presentados para la aprobación legislativa en Colombia, genera­ron una oposición tan pugnaz y violenta en to­do el país, que el gobierno tuvo que retirarlos de la consideración del congreso. Incluso al poco tiempo, el presidente Reyes se vio obli­gado a renunciar: el tribunal de arbitramento establecido para definir el límite en la región Juradó, fue motivo fundamental del rechazo.

 

Cinco años después, en el tratado Urru­tia-Thomson, los Estados Unidos acordaron con Colombia que la frontera colombo-pana­meña sería la sostenida por nuestro país en 1905. Panamá, afirmó ante el Departamento de Estado que aceptaba que dicha línea fuera su frontera con Colombia, sólo “por conside­raciones de orden superior”. No obstante, du­rante muchos años se sintió ofendida.

 

La ocupación militar dispuesta por Reyes de 1908 contribuyó a ratificar muestra soberanía sobre Juradó. Posteriormente la región, dejada “a la buena de Dios” por los gobiernos colom­bianos, fue ocupada posteriormente por gru­pos armados y narcotraficantes.

Julio Londoño Paredes
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