Le echaron la culpa a quien no puede defenderse
Darío Cújar Coutin
La ley para prohibir el uso de mercurio en minería es una ley innecesaria porque en la minería moderna este no se utiliza para el beneficio del oro.
Y no es que no sea necesario desde hace diez años. El uso de los concentradores gravimétricos no es un invento nuevo. El primer concentrador centrifugo de lecho fluidizado se inventó en 1935 por MacNicol, pero ante la recurrente incompetencia de las entidades del sector minero, que abandonaron de manera total la asistencia técnica a los mineros, esta tecnología es desconocida por la gran mayoría de ellos, que aun hoy continúan utilizando como en la época colonial, los canalones mejorados, pues ya no son en tierra con madera, sino metálicos y continuarán utilizando mercurio, ahora de contrabando, ilegal.
Hoy, además de la prohibición del uso de mercurio, muchos vociferan que se debe prohibir la minería, pues de ver el gran daño ambiental causado por retroexcavadoras que mueven tierra y oír que en los clasificadores (planta de lavado) se concentra el oro y platino, terminaron creyendo que lo que se hace realmente es minería, algo similar a coger un alicate y sacar muelas y decir que eso es odontología,
La tendencia de no investigar que nos lleva a sacar conclusiones a partir de premisas falsas, cala tan hondo, que en muchas zonas del país donde existe mercurio en lechos de ríos y quebradas se propone como solución prohibir la minería
Y me pregunto, ¿cómo retirar el mercurio de los sedimentos sin dragar o explotar nuevamente estas áreas de manera técnica, con equipos de beneficio de oro que además de recuperar oro, recuperen el mercurio aprovechando su gravedad (13.6)?
Y de paso, a partir de estudios multitemporales del comportamiento de estos ríos, reconstruirles su cauce a un nivel confiable que garantice equilibrio, porque me temo que como están tratando el problema verbigracia de los ríos Quito y San Pablo, donde se adelantan inversiones cuantiosas en reforestación, solo llevara a que los ríos en la búsqueda de su confort, del equilibrio en su cauce, harán inútil estas medidas y si Dios no ayuda, echarán unos cuantos pueblos agua abajo.
Pero cuando esto ocurra, quien cargó con la culpa, quien no puede defenderse porque no habla, no estará porque fue prohibido, EL MERCURIO, ya no será culpado y buscaremos otro culpable.
Ya creo es hora de empezar a asumir responsabilidades porque el mercurio, las retroexcavadoras, etc, no tienen capacidad de pensar. Están allí para que nosotros, que nos suponemos racionales, las utilicemos técnicamente.
Al paso que vamos habrá que prohibir la comercialización de venenos porque matan gente, claro cuando no se respetan los protocolos de uso.