Esta semana murió ahogado un ciudadano de la India y su cuerpo fue arrimado a una de las playas de Acandí. Una mujer de Angola, embarazada también fue arrojada al mar y sufrió la fractura de una de sus piernas.

Se ha presentado casos de abandono en playas en donde han durado hasta una semana a la intemperie, sin comida y sin agua.

“Supuestamente nos iban a llevar para Panamá y nos soltaron al lado de la costa, en medio del mar, porque estábamos como a 100 metros de la orilla y nos tiraron todas las pertenencias, los documentos, perdí todo en el mar”, contó una migrante cubana.

En lo que va corrido del año, han sido rescatados 500 migrantes y capturadas 28 personas.

La alcaldesa de Acandí, Lilia Córdoba, dice que no hay recursos para atender a los indocumentados y pide ayuda al gobierno nacional.

El Golfo de Urabá es un punto estratégico para los inmigrantes. Estas personas llegan a Turbo y en horas de la noche son transportados por el Golfo hasta llegar al municipio de Acandí, a su casco urbano o a Capurganá o Sapzurro. De allí son guiados por “coyotes” para buscar una de las rutas para internarse en la inmensa selva del Darién, rumbo a Norteamérica.