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Caos en la movilidad de Quibdó

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Reynaldo Moreno Mazuera

Desde hace varios meses en Quibdó no hay convenio interadministrativo entre la alcaldía y la policía nacional para el control del tránsito.


Y desde febrero de este año los agentes de policía tienen prohibido hacer cualquier procedimiento en materia de accidentes, control de la ilegalidad o de vías, así estén presentes en accidentes, con lesionados o muertos, lo cual ha devenido en el caos y el desorden que tenemos actualmente donde la ilegalidad, los accidentes y la violación a todas las normas se han disparado a niveles nunca vistos.


Esta situación inconcebible que no sucede en ninguna otra capital, tiene como responsable directo al alcalde que no ha sido capaz en cuatro años de lograr un convenio entre su gobierno y la policía para controlar la movilidad y es indicativo de su falta de liderazgo y poder político, incapaz de cumplir con ley 315 de la Constitución que reza: “El alcalde es la primera autoridad de policía del municipio. La Policía Nacional cumplirá con prontitud y diligencia las órdenes que le imparta el alcalde por conducto del respectivo comandante”.


No creemos que el alcalde haya ordenado a la policía suspender sus servicios en la ciudad pero si pensamos que le ha faltado autoridad y voluntad para corregir esta lamentable situación.


Otros responsables directos son los organismos de control. Dan la impresión que viven en otra ciudad, debido a que no hacen lo suficiente para contribuir al cumplimiento de los fines esenciales del Estado, quienes saben que aquí pasa de todo y para ellos nada pasa.


El concejo municipal también tiene una gran cuota de responsabilidad en esta situación. No solo no se dan por enterados de lo que sucede en su ciudad, sino que no proponen alternativas para solucionar esta grave problemática, incapaces de cumplir el artículo 32 de la Ley 136 de 1994 que reza: “Son atribuciones de los concejos las siguientes: 1. Disponer lo referente a la policía en sus distintos ramos, sin contravenir las leyes y ordenanzas, ni los decretos del gobierno nacional o del gobernador respectivo” .


Pero el mayor responsable directo de esta situación es la Policía que de manera unilateral incumple con sus deberes y obligaciones constitucionales y obra en contra de la honra y bienes de los ciudadanos.


La cadena de mando ha exigido al personal operativo no realizar ninguna intervención dentro de la ciudad, así se genere el caos en que estamos, hasta que no se materialice el convenio con el municipio, faltando a sus obligaciones, contraviniendo la circular 015 de 2017 de la procuraduría y pensando primero en ingresos que en servir a la comunidad.


Demuestran que para ellos el alcalde solo es una figura protocolaria, faltando a la esencia de su misión como institución al servicio de la patria. Es inaudito lo que hace la Policía ante los ojos de todos, pero más inaudito es la pasividad de la alcaldía y de los organismos de control frente a estos hechos.

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