CURIOSIDADES DEL CHOCÓ
Un chocoano “locotraficante”
Francisco Moreno Mosquera
Ocurrió en la década del sesenta. Un chocoano, llamado Luis Córdoba, estuvo durante un tiempo ganándose la vida con el “negocio” de exportar locos desde el departamento del Chocó hacia la capital de la república.
La prensa nacional divulgó un informe especial que daba cuenta de cómo este individuo de vez en cuando arribaba a Bogotá llevando un cargamento de enfermos mentales para dejarlos internados en el sanatorio.
Primero, Luis Córdoba se iba de pueblo en pueblo en el Chocó buscando personas que sufrieran cualquier tipo de trastorno mental.
Una vez ubicado el enfermo, Córdoba les proponía a sus familiares hacerse cargo del mismo y llevarlo a tratamiento al interior del país; a cambio les pedía la suma de trescientos pesos de la época. Casi siempre viajaba con al menos diez dementes.
Llegado a Bogotá, lo que Córdoba hacía era llevar a los enfermos a una comisaría para que los médicos legistas certificaran su estado y dieran orden para internarlos en el hospital especializado de Sibaté, con atención gratuita.
De esta manera Córdoba se ganaba por lote tres mil pesos en cada viaje. Descontando pasajes y alimentación durante el trayecto, le quedaban no menos de dos mil pesos. Un lucrativo negocio.
Lo curioso de esta historia es que Luis Córdoba también pudo haberse quedado como paciente del sanatorio: tal vez se “contagió” del mal de sus enfermos, pues frecuentemente les daba órdenes y contraórdenes desviroladas al llegar a Bogotá, como aquella vez en que, habiéndolos formado en fila, les dijo “a ver, entren todos, den tres pasos adelante y cinco pasos hacia atrás”.