Taller ‘Construyendo País’ en Quibdó
Reinaldo Moreno Mazuera
El 3 de noviembre cumplió el Chocó 71 años como departamento y el presidente Duque realizó en Quibdó su taller ‘Construyendo País’. La expectativa era grande porque en el Chocó no ganó Duque y se quería saber su compromiso.
El Chocó se limitó a lo mismo que ha pedido desde el primer paro cívico: vías, salud, educación, energía, Tribugá, vía al mar, solución a sus necesidades básicas insatisfechas y atención del gobierno nacional.
No se cuestionó la ampliación del IVA a toda la canasta familiar, la privatización de pensiones, el desbarate del proceso de paz, los incumplimientos a los acuerdos firmados con el Chocó, no se mostraron los dientes a Duque quizás porque apenas está empezando gobierno. El presidente se limitó a escuchar, mientras Álvaro Uribe tiraba línea. Duque respondió pero no concretó nada. Su frase más clara fue “no prometo en abstracto”. Posó para varias fotos, entregó dos camiones y tres carros de bomberos, y no hizo compromisos ni definiciones de fondo.
Inclusive mostró la apertura del Hotel El Caraño y del Superalmacén Olímpica como un logro del gobierno cuando se trata de una obra de la empresa privada.
No se comprometió a cumplir asignando recursos a los acuerdos del último paro cívico. Le “tiró la pelota” al gobernador y los alcaldes para que hagan las obras con recursos de regalías.
Este taller fue diferente al que hizo en Amagá donde Duque jugaba como local e hizo compromisos para cuatro años. En el Choco no hubo compromisos de fondo, se limitó a llevarse las propuestas y a defender con lo indefendible, la mal llamada ley de financiamiento, verdadera reforma tributaria con aumento del IVA, donde se presenta una pantomima entre el gobierno y el Centro Democrático para al final hacer pequeños cambios pero se apruebe la esencia de esta monstruosidad.
Este atentado contra el pueblo no será más que pavimentarle el camino a la izquierda para el 2022.
El taller realizado en Quibdó es una muestra clara de lo que serán estos cuatro años de gobierno del presidente Duque.
Mientras el elegido presidente determina con sus técnicos las propuestas desde las estadísticas, los libros y los escritorios con un enfoque neoliberal el ex presidente Uribe desde afuera determinara y dirigirá con precisión milimétrica los alcances de esas propuestas de acuerdo a sus deseos y conveniencias.
Un presidente sin mucha autonomía, sin capacidad de tomar decisiones de fondo será incapaz de servir de interlocutor y de apoyo a las peticiones de un pueblo que como el Chocó lleva 71 años con los mismos problemas y les dará el valor y la fuerza que su mentor decida y considere limitándose a la pose, las fotos y el verbo fluido y rápido, hechos para los cuales el presidente Duque si tiene total autonomía.