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El Chocó de Ayer

De la edición 3042 del periódico ABC (Agosto 12 de 1935)

Pido la palabra. Por Atolín Díaz

Las quejas por pequeños golpes en el debate electoral en el Chocó, le sirvie­ron a Diego Luis Córdoba, el socialista solitario de la Cámara, para traer la voz de la selva chocoana, por tercera vez, al hemiciclo. Porque Córdoba no exhi­bió propiamente cargos de gravedad de intromisión oficial en el pasado deba­te. Lo que Córdoba deseaba era exhibir el abandono de la Intendencia, las vías redentoras que necesita aquella porción del territorio colombiano.

¿Que tuvo algunos desahogos contra sus competidores en las urnas? Eso era humano, aunque excediese un poco. Fue por esto por lo que tuvo que recortar el capítulo que más interesaba al público de las galerías y a los voceros del go­bierno. El Chocó no tiene vías de comunicaciones. No tiene escuelas. No tiene higiene. Córdoba lo gritó con acentos de angustia. Eso es lo que hay que de­cirle al país y a los órganos legislativos.

La parte de la intromisión oficial en las elecciones de marzo, en el discurso de Córdoba, fue pobretona. Y tenía que serlo porque esa batalla la ganó el go­bierno con excesiva pulcritud. Pequeños detalles de parentela, pequeños cona­tos de estorbo al libre ejercicio del sufragio. Pero ninguno de ellos ofrece ma­terial para debates espectaculares en las cámaras.

Córdoba lo entendió así y después de los primeros quince minutos de expo­sición, se entregó a reafirmar su credo socialista y a formular predicciones si­niestras contra el liberalismo, ante las reformas drásticas de la constitución.

De la edición 3043 del periódico ABC (Agosto 14 de 1935)

La carretera Quibdó – Bolívar

Se gastarán $30.000 mensuales este año. La actual vía proyectada acorta la distancia entre Quibdó y Medellín en 25 kilómetros, dice el Dr. De la Cuesta

Interesado este diario por todo aquello que signifique acercamiento entre Antioquia y el Chocó, porque considera que es este el único departamento que por su posición geográfica, su grueso volumen de población, su desarrollo in­dustrial y la pujanza racial de sus pobladores como elementos de colonización, puede ir en ayuda del Chocó, que sufre hoy como ayer las consecuencias de su embotellamiento, por la falta de vías de penetración y la cada día mayor seque­dad de las bocas del Atrato, única arteria por donde hace su comercio con los departamentos de la Costa Atlántica y el exterior, y sabedores de que en la ciu­dad se encontraba el doctor Ricardo de la Cuesta, competente ingeniero, que ha sido distinguido por el gobierno nacional con el encargo de dirigir los tra­bajos de la carretera Quibdó-Bolívar, enviamos a uno de nuestros corredacto­res, don Lisandro Mosquera Lozano, para que lo entrevistara y poder así dar noticias seguras en relación con los proyectos que animan al gobierno con respeto a esta vía.

Fácil fue para el reportero hallar al doctor de la Cuesta, pues con anteriori­dad lo había citado, telefónicamente en su lujoso apartamento del edificio Vásquez, donde tiene establecida su oficina profesional, en asocio de los dis­tinguidos ingenieros Viera y Castillo, quienes en el momento de la entrevista se ocupaban en laboriosos trabajos de dibujo, pues la firma en cuestión que se encarga de toda clase de prospectaciones, presupuestos, etc., es muy consulta­da y ocupada por la mayoría de los municipios del departamento para sus acueductos, alcantarillados, plantas eléctricas, edificaciones, etc.

Recibido gentilmente nuestro corredactor por estos distinguidos profesiona­les y muy especialmente por el doctor de la Cuesta, quien es un elemento jo­ven, y de un entusiasmo ejemplar por todo lo que diga vinculación al Chocó, tierra que él considera como gran factor para el progreso nacional, desde todo punto de vista, ya sea geográfico, agrícola, minero, etc., se inició una amena conversación que procuramos llevar a los linotipos con la mayor exactitud.

-La carretera Quibdó-Bolívar, nos dice el doctor de la Cuesta, tiene votados este año en el presupuesto nacional, la suma de $180.000 de los cuales se han gastado $18.000, es decir, la décima parte, en las labores del trazado, compra de equipos y gastos menores, quedando un saldo disponible de $152.000 que vamos a invertir en los meses agosto a diciembre en faenas de construcción.

-La carretera pasará por el Carmen del Atrato.

En el trayecto de Bolívar a dicha población se alargará en unos cuatro kiló­metros, pero este pequeño aumento es justo y de grandes compensaciones co­merciales pues la población de El Carmen es esencialmente agrícola y es con­veniente situarla al pie de la carretera, a fin de que surta con facilidad los mer­cados de Quibdó y Medellín.

-El camino actual entre El Carmen y Quibdó no será aprovechable. Con el nuevo trazado se acorta la distancia entre Quibdó y Bolívar en 23 kilómetros. Recientemente hice una exploración entre Girardocitos y las cabeceras del río Tutunendo y puede llegar al convencimiento para la construcción de la vía.

 

-El gobierno nacional, en especial el Presidente López Pumarejo y el Minis­tro de Obras Públicas tienen gran interés por esta obra, dada su importancia para la agricultura y la minería, y para la unión del Chocó al interior del país. Esta vía será además una salida rápida y factible de Antioquia al mar, sin que por esta afirmación reste yo interés económico y comercial a la proyectada carretera al mar, por Dabeiba. Simplemente que la carretera Quibdó-Bolívar abre un nuevo horizonte a nuestros exportadores antioqueños, cuando se suce­dan las sequías del Magdalena, y con especialidad a los exportadores de café, que tendrán una economía en fletes de $16.00 oro, por tonelada.

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