Editorial
Sigue congelado el proyecto de acueducto por gravedad
El pasado 27 de junio se reunió la Junta Administradora del Fondo para el Desarrollo del Plan Todos Somos Pazcífico y el Ministro de Hacienda firmó en forma protocolaria el convenio para la optimización en Quibdó de las plantas de tratamiento de agua potable La Playita I y II, el mejoramiento de la estación de bombeo Cabí y la construcción de la línea de impulsión Cabí-La Loma, por $ 8.770 millones.
Queda claro que el gobierno Santos termina sus dos gobiernos sin cumplir el compromiso pactado con el pueblo chocoano de construir un acueducto por gravedad para Quibdó, un verdadero acueducto donde la fuente de captación se encuentre en un nivel más alto que la población atendida, donde el agua baje por gravedad y no se requiera destinar un alto porcentaje de ingresos de la empresa operadora en el pago de facturas crecientes por concepto de energía para bombeo.
Este compromiso del acueducto por gravedad para Quibdó fue firmado por primera vez en el paro cívico del Chocó del año 2000 y fue ratificado en los paros cívicos de 2009, 2016 y 2017. No cumplió el gobierno de Pastrana, no cumplió Uribe y no cumplió Santos.
Uribe intervino el acueducto de Quibdó en enero 11 de 2005 a través de la Superintendencia de Servicios Públicos, prometiendo que antes del 2010 la capital chocoana tendría cobertura del cien por ciento en agua potable. Desde marzo de 2008, y sin consultar al alcalde de Quibdó, la Superservicios ha firmado varios convenios con las Empresas Públicas de Medellín, EPM, para la operación del acueducto.
El primer estudio de acueducto por gravedad lo realizó el Corpes de Occidente. Luego, en el año 2001, la firma Innova Ingenieros presentó un estudio de prefactibilidad del acueducto por gravedad.
Analizó seis alternativas y escogió al río Ichó como mejor fuente de captación desde el punto de vista económico, técnico y ambiental, cuantificando el proyecto en 17.251 millones de pesos de 2001.
Otros estudios del acueducto por gravedad de Quibdó fueron elaborados por Manov, Maya Marín y CapitalCorp Hytsa. En algunos de ellos se comparan los costos de producción de agua por bombeo y por gravedad y se concluye que el acueducto con menor costo de producción de agua tratada (57.38 $/m3) corresponde a la alternativa de continuar con el sistema de bombeo durante diez años y a partir del año once empezar a operar el sistema por gravedad.
En el año 2017 EPQ en liquidación presentó un nuevo estudio de prefactibilidad del acueducto por gravedad de Quibdó, elaborado por el consorcio AguaSanitaria-Manov, donde recomienda la alternativa Río Drenaje Grande, ubicado cerca del punto El Barbudo, en la vía Quibdó-El Siete, a 56 kilómetros de Quibdó y con un caudal mínimo en la fuente de 10,44 metros cúbicos por segundo, con un costo de 153 mil millones de pesos.
El Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio le hizo varias observaciones para ser subsanadas y hasta la fecha el tema sigue congelado.
Por las razones enumeradas y por la elevada contaminación del río Cabí, incluso por hidrocarburos, está claro que Quibdó debe pasar lo más pronto a un sistema de acueducto por gravedad.
Es un proyecto estratégico para el desarrollo del Chocó. Sin embargo, el gobierno nacional sigue realizando inversiones en el acueducto por bombeo. Algunas de ellas servirían para el acueducto por gravedad, como las redes, pero otras se perderían, como es el caso de las plantas de tratamiento de La Playita.
Termina el gobierno de Santos y la brisa del Atrato deshace las numerosas mentiras sobre la cobertura del 95% del acueducto de Quibdó y que todos los municipios del Chocó quedan con acueductos y alcantarillados.