Con los acontecimientos acaecidos en Cartagena donde se desplomó un edificio con mas de 21 muertos y hay orden de la Fiscalía General de la Nación de evacuación de 16 construcciones, por fallas estructurales, perjudicando a numerosas personas, que con muchos esfuerzos compraron esos apartamentos, constituyéndose en el único patrimonio familiar.
Nuestra ciudad capital es objeto de una renovación urbanística, en donde se construyen aceleradamente nuevos edificios y viviendas.
Sin embargo me persiste la duda sobre el control técnico en materia de sismo resistencia y de utilización de materiales de calidad, ya que en este tipo de obra no hay interventoría externa (si es que la hay), lo cual puede constituirse en un riesgo, teniendo en cuenta que estamos en una zona de influencia del Cinturón del Pacífico, muy propenso a los movimientos telúricos.
La falta de planeación urbana es tan evidente que solo basta con mirar la dispersión de las viviendas en el territorio, en donde en cualquier hueco se construye, lo mismo que en las zonas inundables de las quebradas o en las laderas de las pequeñas colinas.
Nadie controla esta construcción y cada quien lo hace a su libre albedrío.
He conocido de algunas construcciones que utilizan hierro -posiblemente de contrabando- el cual no reúne las condiciones técnicas para la calidad de las obras.
De igual manera en Quibdó muchos se creen ingenieros o arquitectos y construyen sin los fundamentos científicos de esas profesiones; pero como no ha sucedido nada grave, nadie le pone la debida atención.
No quiero imaginarme las consecuencias de un temblor de mas de 5 grados en la escala de Richter.
Sería una catástrofe de no observar y cumplir con las normas técnicas en la construcción. Hace tiempo hubo un ventarrón y muchas casas se quedaron sin techo.
¿Será que la construcción de los techos no cumplía con las normas de seguridad? No hay investigación que evidencie que fue lo que realmente pasó.
Como en el Chocó copiamos los esquemas de corrupción de otros departamentos me queda la duda sobre si realmente existe un control riguroso en la expedición de las licencias de construcción y un seguimiento al cumplimiento de las normas técnicas.
No conozco que en el personal técnico de las instituciones oficiales exista ingeniero con especialidad en estructuras o en otras ramas afines.
De igual manera sería importante tener un diagnóstico de las mayorías de las viejas edificaciones de Quibdó, con miras a descartar alguna anomalía.
Por último, como está de moda la aparición de nuevas formas de corrupción, ¿será que no existe en la región el cartel de la hemofilia, del sida u otras patologías de robo al erario público?