Desde que llegó la empresa Universal de Servicios Públicos al Chocó, el pueblo creyó que había llegado la solución a un crónico problema que ha venido sufriendo el departamento del Chocó por muchas décadas en materia de energía eléctrica.
Esta empresa llegó al Chocó con una audaz y engañosa promesa convenciendo al pueblo con el engaño que quien pagara el valor de la matrícula de contado, se haría merecedor a un descuento por cada matrícula.
Ante esta generosa oferta, el pueblo se volcó a pagar de contado lo que le costaba dicha matrícula, y aun haciendo ingentes sacrificios para conseguir dicho dinero y así evitar los altos costos de las tarifas impuestas por Dispac.
También le dijo al pueblo que no tardaría en cubrir al departamento con el servicio domiciliario de gas natural.
Esta oferta no ha sido más que una falsa ilusión y un vil engaño que el pueblo chocoano hoy sufre y padece por haber caído en esa “mortal trampa” del engaño y la ignorancia.
Que después de recibir tanto dinero hoy esta empresa tiene suspendidos los trabajos sin que el pueblo conozca las razones de la suspensión.
Al pueblo le asiste la idea que entre las dos empresas (Universal de Servicios y Dispac) existe una clara componenda para desangrar al pueblo de la siguiente manera.
La empresa de gas suspende las redes domiciliarias para darle paso a Dispac para que esta eleve sus tarifas en forma exorbitante, y los distribuidores de las pipetas también elevan sus tarifas sesenta mil y más pesos por pipeta.
No habrá duda de que estas dos empresas están confabuladas, para desangrar al pueblo de sus altas y jugosas tarifas, para luego repartirse las ganancias entre las dos.
Este hecho que por su irresponsabilidad e incumplimiento de la empresa de gas lo podemos considerar como una estafa o un robo a mano armada al departamento, esto debe ponerse en conocimiento de las autoridades competentes; también amerita una demanda por parte de los afectados y que se investigue las causas de la suspensión de los servicios domiciliarios.
Miremos este ejemplo: una maestra matriculó siete apartamentos en marzo del 2015 y con el descuento que le hicieron pagó $2.519.300, y del 18 de marzo al 31 de diciembre del 2017 pagó $1.980.000 comprando cada pipeta a $60.000 y más pesos.