Miren el truquito: Navelena (Odebrecht) contrata con el Estado el dragado del río Magdalena. Navelena aparentemente le debe un billete largo a la belleza de Luis Carlos Sarmiento Angulo, Navelena le pide prestado al Banco Agrario 120 mil millones de pesos. El banco Agrario se los suelta sin ningún respaldo.
Navelena le paga a Luis Carlos Sarmiento Angulo más de 100 mil millones de pesos. Navelena no draga el río y dice que no tiene con que pagar. La Contraloría y el Banco Agrario reclaman la plata, Navelena por fin paga. Todos felices, sobre todo Luis carlos Sarmiento Angulo. Al rato, se descubre que Navelena pagó con plata de Cormagdalena, es decir, plata de todos nosotros. El asunto es que lo que le pagó Cormagdalena a Navelena NO se debía. Otro gran triunfo del respetable y muy honesto sistema financiero de Colombia.
La maniobra fue así: el gobierno interviene y vende a Saludcoop a Medimás, el negocio asciende a 5 billones de pesos. Medimás no los paga. Al contrario, con nuestros impuestos, el gobierno les paga casi 1 billón de pesos mensuales por los afiliados, tras ello, los servicios de salud que efectivamente prestaron médicos, enfermeras, bacteriólogos, camilleros y aseadoras de hospitales y centros de salud, después de un lustro de espera, es reconocido en un 5%. El trabajo de toda una vida se redujo a un 5%. El ministro de Salud, el Superintendente de Salud, los avivatos de Medimás y sobre todo la liquidadora de Saludcoop, bailan felices sobre la miseria y frustración de honestos y humildes trabajadores de la Salud. Gracias a la ley 100/93 caímos en las manos de bandidos tan inescrupulosos y canallas que hacen parecer a Popeye un abnegado defensor de derechos humanos.