Con nostalgia y asombro ha recibido el Chocó el triste y bajo resultado obtenido en las Pruebas Saber, cuando en otrora el Chocó fue fuente y pilar de la educación.
Este bajo resultado que hoy coloca al Chocó en lo más bajo de su historia a nivel de su educación, amerita un amplio análisis y una revisión profunda en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Esta revisión debe ser conjunta entre gobierno, maestros, alumnos y padres de familia porque todos están inmersos en el proceso.
Por parte del gobierno tenemos que decir que es el autor del descalabro en la educación chocoana, pero esto no solo ha sido en el Chocó porque las estadísticas a nivel nacional lo están demostrando.
Hoy el maestro está siendo burlado y amenazado porque la determinación del gobierno es que ningún alumno puede perder el año. Esto para el maestro es un vil desprestigio y una vergüenza por el desconocimiento a la ardua labor que ejerce el maestro con miras que su institución y sus alumnos sean lo mejor.
Otros de los grandes males que está afectando la educación en el Chocó, es el facilismo consentido por el mismo Estado, culpable de imponerle al maestro que el alumno no puede perder el año; el maestro en forma obligatoria tiene que promover jóvenes mediocres distanciándose de lo que puede enriquecer los conocimientos como es el uso de la lectura cambiando el uso de ésta por la vida libre, el goce la rumba, el libertinaje y la drogadicción; a esto le agregamos el uso del celular que mientras el maestro está explicando la clase el alumno está chateando a espaldas del maestro y cuando el maestro lo evalúa, el alumno no sabe responder.
Este caso lleva al maestro a ser amenazado por el alumno o en algunos casos por el mismo padre de familia al negársele la nota inmerecida.
El alumno no debe conformarse solo con los pocos conocimientos que le da el maestro, sino que debe convertirse en un auténtico lector e investigador por su propia cuenta.
De manera grata y generosa se le hace un llamado sincero a la juventud a tenerle mucho amor a la lectura.
Tomas Alba Edinson, un obrero y gran investigador norteamericano vendía periódicos y libros en un tren del ferrocarril de Michigan. En las largas jornadas del viaje diario se leía los mismos libros que iba a vender y concluyó que la lectura es el mejor camino a la sabiduría. Y agregó: “Estudia y no serás cuando crecido/ Ni el juguete vulgar de las pasiones/ Ni el esclavo servil de los tiranos”.