Este 30 de noviembre se cumplen 60 años de haber fallecido, en 1957, nuestro Presbítero Nicolás Medrano Estarriaga. Aquí en 23 años sirvió en lo religioso, en lo educativo, en lo sociocultural y en lo material de modo transparente, habiéndonos dejado la remodelación del templo en 1925, su docencia en el Carrasquilla, el Cementerio San José en 1928, el Hospital en 1929, La Aurora; ejerció la misericordia a todo necesitado, aconsejó certeramente y denunció la conducta dolosa o corrupta en gobernantes y dirigentes; restableció armonías sociales y hogareñas.

 

Aporte magistral y significativo fue el que le hizo a Quibdó al haberse identificado y congraciado con su legendaria fiesta de San Pacho, entrada en franca decadencia; para fortalecerla, el padre Medrano creó en 1920 la Junta Central Organizadora de la Fiesta (hoy FFFQ); en 1924 convirtió la Banda Intendencial de Músicos en Banda Parroquial San Francisco de Asís; ideó los disfraces, las vacas locas, la alborada general, los programas de la fiesta, las tres primeras banderas barriales, novena del Santo Patrono y sobre todo en 1926 se inspiró y plasmó los inmortales Gozos a San Francisco de Asís que hasta hoy es lo que más nos enerva el alma y la piel, junto a los himnos de Colombia, del Chocó y de Quibdó.

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A este paradigma de servicio, el concejo de Quibdó inmortalizó su nombre designando a un populoso barrio (Nicolás Medrano), y a una escuela, hoy inexistente. La Junta Central en 1993 colocó una placa a su memoria en el barrio aludido. Como culto de homenaje y de gratitud imitemos su servicio ejemplar, propugnando para que tengamos gobernantes y líderes probos, coherentes con la Oración por la Paz y capaces de hacerse a un costado cuando la comunidad los considere improductivos, corruptos y faltos de credibilidad.

 

En su tiempo, Francisco de Asís sin mácula, se retiró cuando sus frailes lo despreciaron; en nuestros días el Papa Benedicto XVI supo retirarse, cuando lo consideraron un estorbo; el padre Nicolás Medrano en 1934 se retiró de Quibdó y de la Fiesta Patronal al ser incomprendido por sus superiores. Ustedes, actuales dirigentes, sepan retirarse ahora en que cunde la desconfianza porque han polarizado nuestra comunidad con sus procederes tan cuestionados y que no le aseguran futuro a la fiesta.

 

Padre Medrano, en sus 60 años de haber fallecido, interceda en el cielo para que nuestros gobernantes y dirigentes no sean obcecados, ególatras, sin figuramientos y que hagan posible el mensaje de Paz y Bien.