El Hospital San Francisco de Asís es nuestra empresa prestadora de salud, de segundo nivel, al servicio de todos los chocoanos, patrimonio representativo para el avance del desarrollo del Chocó, para mejorar la calidad de vida de las comunidades afrodescendientes y otras establecidas en esta región.

 

Posee una gran infraestructura - edificación de donde dependen muchas familias para ganar el sustento, empresa social que debe seguir creciendo para el bien económico de todos. Este Hospital debemos cuidarlo, mejorarlo y apreciarlo para el continuo cuidado de nuestra salud, necesidad importante en nuestro diario vivir. Por el momento es el más inmediato, sabemos que a futuro viene otro más grande, pero en ese lapso de tiempo que se construya el de tercer nivel es mucho el servicio que este prestará y seguirá prestando.

 

Queremos resaltar a los médicos, especialistas, enfermeras y administrativos que en medio de las adversidades están prestando sus servicios con amor. Sabemos que el gobierno central aportará recursos a esta empresa de salud por los acuerdos firmados en el paro cívico, pero el servicio es diario y no sabemos cuánto tiempo demore él para que se cumpla este objetivo, situación que nos pone a repensar para el planteamiento de alternativas que nos ayudarán a menguar las crisis transitorias que se observan en el medio ambiente de esta institución y vienen afectando la dinámica progresista de nuestra sociedad.

 

Una de las debilidades más grandes de una empresa es la demora en el pago a sus trabajadores y este problema lo tiene el Hospital San Francisco, repercutiendo esto en la economía de muchas familias, poniéndolas a sufrir, punto importante a resolver para que mejore la parte anímica de los obreros como base fundamental para el buen rendimiento en sus labores y producción.

 

De nada serviría que en el futuro se mejore la planta física y sigan los obreros padeciendo por su salario; se perdería la dinámica. Además de esta debilidad hay otras que son de resaltar, como la atención a los usuarios. Deben existir estudios sobre estadística de población enferma, ya sean niños, jóvenes, mujeres y adultos, para atender la demanda y por qué no decir tener ampliación por la sobre población demandante. Cantidad de usuarios que requieren de camas y camillas para los tipos de procedimientos, la falta de estos mobiliarios es una epidemia de todos los hospitales del país, y en el de Quibdó el disco está rayado, rechazan al paciente por falta de camas, situación de vida o muerte.

 

Se espera que sea dotado con la solidaridad del pueblo, organismos de cooperación internacional hasta que llegue la remodelación o el de tercer nivel, producto del paro cívico. Debemos agradecer y defender este hospital, al menos nos saca de apuros en esta comunidad vulnerable, es una joya para los necesitados, genera empleo y salud. Espero que esta reflexión llegue al corazón de todos los chocoanos para seguir soñando con un futuro mejor con sentido de pertenencia. Cuidemos el Hospital San Francisco, es nuestro.