En la edición de Chocó 7 días del 8 de septiembre pasado, con nuestro semáforo modernísimo nos ocupamos del desacuerdo entre el rector de la UTCH, Eduardo García Vega, y Aspu, liderado por el profesor Jorge Perea González. Les sugerimos agotar el diálogo hasta lograr un acuerdo favorable para todos.
Ademas previnimos la posibilidad de que el claustro sea intervenido por el gobierno nacional. Esta vez, al observar unas fogatas de los estudiantes que se tomaron las instalaciones, y que Aspu se reúne en el Gimnasio Anexo a la Utch, queremos entender que se han radicalizado las partes.
De manera respetuosa les sugerimos:
1) Darse un descanso, abrir un tregua por lo menos de dos semanas, durante las cuales reflexionen. Serían unos retiros espirituales como hacen unas religiones y hasta los políticos.
2) Buscar asesoría de especialistas en la materia y en solución de conflictos, como Esteban Caicedo Córdoba, Armando Luna Campo, Marco Tobías Cuesta, Luis Ramón Garcés Herazo, Gorgonio Palacios Cuesta, Néstor Gamboa.
Pedir luces a magistrados de la sala laboral del Tribunal Superior, los jueces laborales del circuito y contactar la mediación de los Ministerios del Trabajo y de Educación, y de la Diócesis de Quibdó. Lo anterior, durante un mes de octubre a noviembre.
En el receso que Altos Comisionados, como diplomáticos con amplísimas facultades de las partes negocien y entreguen lo acordado. Los ex rectores debieran participar en las negociaciones, como Altos Comisionados de los interesados.
Si ninguna de estas u otras propuestas que surjan de las mismas partes no soluciona el desacuerdo, entonces que el Consejo Superior aplique los estatutos y tome decisiones para tiempos de crisis como la que tenemos, lo cual bajará temperatura a todas las situaciones de los docentes, estudiantes y administrativos.
Es imposible aceptar que mientras el Estado colombiano firma acuerdos de paz y treguas con grupos alzados en armas, después de más de 50 años, y que Palestina e Israel enemigos de por vida, también firmen la paz, en la Utch, en 42 años de efemérides que deberíamos celebrar eufóricos con bombos, platillos y voladores, los pasemos como dice Tiberio Perea en su libro ‘Merienda de Negros’.
Este 16 de octubre, el Instituto Integrado San Pablo Industrial de Istmina festejó con alborozo sus bodas de diamante (75 años de su creación = Felicitaciones) lleno de méritos, del cual la UTCH se ha nutrido, servido y ayudado mutuamente.
La UTCH no debe dar ejemplo al pueblo del Chocó de una discordia tan larga y dañina. Es mucha la responsabilidad de la partes si la UTCH naufraga en sus manos, por no conciliar, conciliar, conciliar, entre personas civilizadas y preparadísimas.
Desde un semáforo
Ely Gómez Ortega