De la edición 3027 del periódico ABC (Julio 13 de 1935)
La recepción a los ingenieros de la carretera Quibdó-Bolívar
Lucidísimo resultó el festival que organizaron ayer algunos caballeros para exteriorizar el entusiasmo por la llegada a esta ciudad de la comisión de Ingenieros de la carretera Quibdó-Bolívar.

El júbilo despertado en el pueblo chocoano, y con especialidad en Quibdó por la apertura de trabajos en la carretera que nos conecte con los hijos de la montaña fue anunciado a los miembros de la comisión doctores Ricardo de la Cuesta jefe de trazados y construcción, Joaquín Restrepo, encargado de trazados; José Antonio Abad, habilitado pagador de la carretera, y Guillermo Pérez Uribe, Inspector del camino Quibdó-Bolívar.

Un sugestivo paseo por las riberas del Atrato en la lancha ‘García Medina’ fue el preludio o anuncio de esta fiesta. Muchísimas personas de la más destacada posición participaron en este paseo, del cual regresaron a las seis de la tarde. Luego se encaminaron a la ya célebre cantina ‘Alfa’ donde los agasajados fueron atendido con esmero y con largueza.

La orquesta acompañada por la bella vibración de la guitarra dirigida por el doctor de la Cuesta, ofreció al auditorio piezas selectas. Las maracas por don Vicente Barrios, la clave por don Ramón Rodríguez, las botellas por don Fausto Domínguez A., el tiple por el doctor Demetrio Valdés, el violín por don Rafael Ayala y las canciones por don Armando Orozco, se encargaron de amenizar el acto.

En las horas de la madrugada fue servida una exquisita cena como complemento de la fiesta, en la cual hubo derroche de atenciones y de buen humor. En medio de la mayor cordialidad, los asistentes se dispersaron a las dos de la mañana.

A la salida de la reunión, el secretario de gobierno doctor García Gómez, sufrió una fuerte caída que lo privó de conocimiento por espacio de media hora. Los amigos lo llevaron casi inconsciente a la casa, donde ha sido atendido por los médicos y se encuentra ya mejor.

Cronista

El estreno de ‘Volando a Río de Janeiro’
El merecido prestigio que han creado los propietarios del Teatro Quibdó con la importación especial de películas seleccionadas, fue observado por el cronista en la noche del 11 del presente, con la exhibición de la encantadora proyección ‘Volando a Río de Janeiro’.

Son excepcionales las veces, sino la primera, en que se presencia en un teatro de la ciudad un lleno tan completo, que de todos los sexos, edades y capas sociales, presenciaron el estreno de la sugestiva film ‘Volando a Río de Janeiro’.

La fama mundial de los artistas, el derroche de lujo en la presentación del decorado, los vistosos rascacielos, avenidas y paisajes de la ciudad de Río, la variedad de aviones que rubricaban el espacio, la odisea de los pasajeros que danzaban sobre sus alas, la novedosa elasticidad de las parejas en el baile La Carioca, el sonoro ritmo del lento tango Orquídeas a la luz de la luna, y otras cosas sorprendentes se deslizaron por la pantalla del célebre Teatro Quibdó.

 

El público ha sabido, pues, corresponder a los esfuerzos realizados por los empresarios para traer a esta ciudad producciones de fama, y dada la ansiedad reinante por la repetición; es de suponer que el éxito sea continuo.

De la edición 3028 del periódico ABC (Julio 15 de 1935)
Un plan de acción para el parlamento
No conocemos los puntos de vista de los parlamentarios del Chocó en el congreso nacional, ni tenemos información alguna sobre entendimiento de ellos para adoptar una acción conjunta en relación con los problemas regionales. Sería de lamentarse que no procedieran con el mismo criterio con que están obrando las diputaciones de los distintos departamentos –Antioquia y el Valle, entre otras– para presentar un frente unido y obtener las mayores ventajas para sus secciones.

 

La forma que tomó aquí el debate hace suponer que al menos en la Cámara no habrá un entendimiento cordial entre los voceros de las dos provincias, y que hasta en ocasiones se pondrán en pugna abierta.

El Chocó no puede desperdiciar el tiempo, ni menospreciar el ambiente favorable que existe en el país, en las esferas oficiales y en los círculos particulares, y optar por la política absurda de seguir dando el ejemplo de una desunión cada día más agresiva y violenta, de una pugna intestina que desconsuela a quienes se complacen pensando solamente en el bienestar de la comarca.

Nos parece que el plan por desarrollar, contando como se cuenta, con la buena acogida que tienen los intereses chocoanos, no es demasiado difícil de realizar: la unión interprovincial, nacionalizando la carretera de Quibdó a Bolívar, y las de Cartago a Nóvita y Apía – Tadó – Istmina; obras portuarias de Quibdó y arreglo de las bocas del Atrato y el San Juan; centenario del nacimiento de César Conto, que debería celebrarse con la inauguración de alguna obra sólida, cultural, en su ciudad natal; la apertura de la vía Beté a Jella, después de haber tocado a Utría, y en la cual se hacen trabajos preliminares; el sanatorio para tuberculosos en El Carmen; colonización en la costa del Pacífico; incremento a la agricultura, la explotación, por el estado, por medio del Banco de la República, como ocurre con las salinas, de tantos yacimientos auríferos y platiníferos, como los que existen en el Chocó, que son de propiedad de la nación, otorgando una participación, como ocurre con los petróleos en Santander.

¿Qué nos impide dar el primer impulso?