En días p a s a dos se suscribió un acuerdo de paz entre bandas o grupos pandilleros y la alcaldía de Quibdó, lo que ha reducido el hurto, la extorsión y los homicidios.
Gran parte de estos actos de violencia se presentan por falta de oportunidades, lo que indica que se requiere un cambio, una renovación social, económica y politica.
La inmensa mayoria de nuestra gente vive en condiciones de postración y desesperanza, padecemos el mas alto índice de desempleo del país (16%). Se requiere mas presencia institucional en las zonas más deprimidas, empleo, ayuda a los vendedores informales, crear una secretaría municipal que atienda de manera específica a los informales, con asesoría, tecnología y acompañamiento permanente.
Se requiere un centro de integración juvenil con formación para el trabajo, espacios adecuados para recreacion y deporte, centros de arte y cultura. Es urgente introducir en nuestro formato educativo la cátedra de emprendimiento laboral, nuestra educación no es pertinente y tienen muchos elementos que no sirven para la vida.
Y para que esto se logre tenemos la varita mágica: saber elegir a nuestros dirigentes, esa es la fórmula victoriosa para conjurar todo el mal que padecemos en nuestra sociedad.
Necesitamos dirigentes probos, comprometidos en el ejercicio de una buena politica que esté al servicio de lo colectivos. No mas funcionarios corruptos, arrogantes e ineptos que estén bajo la sombra de mafias que se lucran de lo público, de gamonales politiqueros que todo lo corrompen y destruyen.
Mucho ojo porque estamos en vísperas electorales y ya reaparecen falsos promeseros con todo tipo de engaños y cuentos.
El Choco necesita un cambio total, una verdadera revolución social en todas sus esferas. Somos todos y todas los coprotagonistas de crear un hito de cambio para nuestro terruño, o si no la historia sera testiga de nuestro fracaso.
La transformación que requerimos debe iniciarse en forma inmediata. Necesitamos un Quibdó y un Chocó donde todos quepamos, tengamos oportunidades.
No más hambre y circo para el pueblo. No más los mismos con las mismas. Ahora nos toca a nosotros. Ahora le toca al Chocó.