Los chocoanos tenemos un compromiso de trabajar en busca de la excelencia de la cual por culpa nuestra nos alejamos.
La fiesta de San Pacho es nuestro patrimonio cultural y religioso más precioso. Era lo único que nos unía, hoy viene en profunda decadencia y muy cuestionada por irregularidades y acusaciones de deshonestidad.
El consejo directivo actual gracias a Dios termina su período en diciembre próximo, pues fue elegido por presidentes barriales que no tenían esa facultad pues aún no se habían posesionado, no estaban en ejercicio de sus funciones.
Han permanecido en el cargo por varios períodos y nuestras fiestas no muestran progreso: carecen de programas para los diferentes segmentos de la población, falta de planeación y que gracias al Ministerio de Cultura fue reconocida patrimonio cultural e inmaterial de la humanidad.
Todas las fiestas importantes de Colombia superan a San Pacho. Tumaco en sus festividades atrae miles de turistas a sus conciertos con El Gran Combo de Puerto Rico, Los Hermanos Lebrón, Guayacán, Niche, El Grupo Galé.
Mientras en San Pacho se hace concierto con grupos mediocres, menospreciando a nuestros mejores músicos de Colombia: Niche, Guayacán, ChocQuibTown, Hansel Camacho, Zully Murillo, Richy Valdés, Jhon "Palomita".
Pagos con recibos adulterados en el manejo de canoas, bailes folclóricos por $ 80 millones de pesos, toque de chirimía por $ 150 millones, sanciones a presidentes barriales que piden rendición de cuentas en la asamblea general, contratos oscuros en juegos deportivos nacionales por más de mil millones de pesos, retiro bancario en efectivo por más de $ 200 millones sin el lleno de requisitos legales, ausencia de nuestros mejores músicos en los recorridos callejeros, lo mismo que buenas comparsas, instituciones ausentes por falta de credibilidad en los directivos, músicos juveniles desestimulados por paga miserable. Que la fiscalía intervenga para conocer donde reposan las alhajas del Santo, que antes estaban en una bóveda de seguridad del Banco de la República.
Que un nuevo consejo directivo elegido en diciembre levante la sanción a franciscanos como Ómar Palacios Mosquera, Ana Gilma Ayala, Miguel Mosquera (Mianco) Benedicta, Gentil Ayala. Que la nueva directiva escuche consejos y propuestas, que tenga miembros productivos con fama y honestos, probos inteligentes, desprendidos de odio que nos saquen las fiestas de este caos, que construyan la casa franciscana en el lote de Tomás Pérez, el San Francisco gigante en la desembocadura del Río Quito, la fuente franciscana luminosa en el parque Manuel Mosquera donde estaba el monumento de Benjamín Herrera, la presencia de grupos culturales de Cuba, Perú, Puerto Rico, Panamá, de Cali, Manizales, Pereira, Bogotá, Medellín y los más importantes del Chocó presentes en San Pacho.
Que termine esta época desastrosa y que San Francisco ilumine para que se elija el