Matadero de Quibdó: amanecerá y veremos…
Jorge Eliécer Caicedo Arias
Con la entrega de la actual administración quedará en el limbo y veremos perderse una inversión importante de capital hecha por el municipio en no menos de 30 años, bajo la modalidad de comodato, en la “planta de beneficio animal” o matadero de Quibdó, única con infraestructura, dotación y operación acorde con la normatividad vigente con la que contaban Quibdó y el Chocó.
Es cuestión de ejecutivos y diligencia. Al alcalde nadie ni nada lo obliga a reabrir la planta de beneficio, pero se jugará su prestigio a la entrega del cargo, según la condición en que deje esta empresa, porque entre más pobre y problemas tenga un municipio, de mayor calado deben ser sus administradores.
Cuando escucho que “vamos por buen camino” en la búsqueda del nuevo operador para la planta no puedo evitar pensar que a un año de cerrada, será por “el buen camino” que se agote el tiempo y evadir esa responsabilidad con la entrega del cargo. Por conocer el tema sé que si está entregando la planta el operador actual por falta de pago de la actual administración, teniendo como tenía asegurada toda la cadena productiva, reproductiva, empresarial y de negocios en el casco urbano de Quibdó hará gala de mucha capacidad el alcalde que logre interesar a otro operador para que se crea capaz de remontar las enormes ventajas con las que ya contaba quien en la actualidad está entregando la operación de la planta, por falta de pago.
A lo mejor aparezca el Chapulín y el alcalde nos sorprenda, pero no le queda otra a nuestro alcalde que conciliar con el operador actual, pagando lo que debe, , o que la historia lo juzgue a partir del 31 de diciembre de 2019, fecha en que cumplirá 2 años de cerrada la planta de beneficio animal de Quibdó.
No defiendo el operador actual, no es mi amigo, pero como chocoano y profesional agropecuario, sentiría que la planta de beneficio quede como elefante blanco pues no es solo un “matadero de animales”; es la única empresa del sector productivo, con procedimientos operativos estandarizados de saneamiento que tenía el municipio y departamento; funcional, y que competía con las plantas a nivel nacional. Podía distribuir a todo el país los productos que de ella salían, como lo hacen las del interior que hoy surten a este municipio; lo anterior supone un retroceso.
La carne es alimento de primera necesidad como fuente de proteína animal y la garantía de su inocuidad es garantía de salud pública; 20 familias desempleadas con sus jóvenes para la delincuencia; sacrificio clandestino de animales, carnes contaminadas, enfermedades zoonóticas, respiratorias y diarreicas, costos hospitalarios y en salud, fomento de la ilegalidad, pérdidas de capital y recurso humano capacitado, dependencia alimentaria y detrimento de su calidad, tendencia a la carestía, son motivos suficientes para no echar el tema en saco roto y exigir la continuidad del funcionamiento del matadero de Quibdó, pues es un logro significativo para la salud pública, y por mutismo de la comunidad no debe quedar en el olvido.