Navidad pacífica en el Chocó
Giovanny Agudelo Mancera
La Navidad para nosotros los chocoanos es la fiesta más importante. ¡Es la celebración del nacimiento de JESÚS!
Durante todo el año las madres ahorran algún dinero, con esfuerzo, para comprarles a sus hijos ropa, zapatos y juguetes.
En las casas chocoanas, en frente del pesebre, se escuchan alabaos, villancicos, se reza y se degustan panes amasados por manos amorosas y hospitalarias, también platos típicos de nuestro departamento.
No podemos permitir que nuestras costumbres se mueran y sean reemplazadas por ritmos y cantos foráneos, exceso de licor, violencia y caos.
La Navidad es una fiesta para vivir en familia, en paz, con los amigos del barrio, es la oportunidad para reconciliarnos, no para cobrar venganzas, ajustar cuentas o crear nuevas enemistades.
Y aquellos que no comulgan con una u otra religión, y que no viven de lleno la Navidad, deben respetar las creencias de los demás y no generar discordias para ‘aguar’ las fiestas de quienes esperan con anhelo estas fechas decembrinas.
Las alcaldías y la gobernación del Chocó deben velar para que este diciembre sea tranquilo en nuestro departamento, y deben detener y encerrar a los desadaptados que atentan contra las fiestas, además, proporcionarle seguridad a las comunidades para que disfruten de su celebración.
Se deben hacer operativos para decomisar licor adulterado, armas blancas, expendios de drogas y neutralizar cualquier actividad delincuencial, el Chocó merece una Navidad plena, un fin de año y un comienzo de otro, sin muertes violentas, sin riñas, sin abusos de ninguna índole.
Ahora bien, en épocas de rebusque, por el desempleo que castiga nuestro Chocó, también se les debe permitir a los comerciantes vender sus mercancías navideñas, sin que la policía se las decomise arbitrariamente, eso sí, siempre y cuando, lo hagan desde la legalidad y sin comercializar pólvora.
Es un mes para hacer un alto en el camino, vivir la espiritualidad desde el respeto por las creencias de los otros y disfrutar de nuestras tradiciones musicales, gastronómicas, folclóricas y religiosas.
Y quienes regresan a nuestra tierra, a visitar sus familias, que traigan en su equipaje un presente para aquellos niños de bajos recursos que esperan un regalo en navidad.
Esta es época para filantropía y servicio social.