Se le cayó el teflón que lo protegía de la justicia
Mario Serrato Valdés
Como muchos de ustedes tengo varias ollas de teflón en la cocina de la casa. Una cosa he notado con ellas, una vez se rayan o el teflón empieza a deteriorarse, todo se les pega. Me parece que a alguien ya se le cayó el teflón que lo protegía de la Justicia.
Me parece que los colombianos no pueden olvidar que el 7 de agosto se posesiona como presidente de la república una persona que tuvo una censurable y nada lícita relación con Odebrecht.
Nos dijeron que dialogar con los guerrilleros en La Habana destruiría al país. Después nos aterrorizaron con lo acordado en el teatro Colón. Cuando las armas de las Farc quedaron bajo el control de la ONU, se nos dijo que era una farsa. Durante todo el proceso de diálogo nos aseguraron que el castrochavismo nos empujaría al hambre y que el comunismo acabaría con la democracia, que las Farc controlarían el país y que todos nos volveríamos maricas. Hace ya dos días los ex guerrilleros están en el Congreso y lo más cercano que he visto a todo ese terror mediático de los políticos embaucadores de la ultraderecha, es el culo de Antanas Mockus.
Las políticas neoliberales establecen que cuanto más pan se consuma en la mesa del rico, más mendrugos caerán para que el pobre recoja y coma. Algunos pobretones con deudas eternas, obligaciones económicas insostenibles, salarios indigentes, piel oscura, culturas extrañas y pose amanerada, creen que alguna vez les permitirán sentarse en la mesa donde se consume el pan y gozar sus privilegios.
La ingenuidad y la candidez tienen su mejor reflejo en el voto de los pobretones.