CURIOSIDADES DEL CHOCÓ
Martín, el soñador de la carreta
Francisco Moreno Mosquera
El nombre de Martín Roberto Murillo Gómez no le dice mucho a la gran mayoría de chocoanos. Se trata de un personaje extraordinario que, aunque sólo tiene estudios de primaria, se expresa como un doctor y ha recibido título honoris causa de varias instituciones educativas. Desde el año 2007, viene dejando huella en Colombia con su campaña cultural denominada “La Carreta Literaria”. La historia de este quibdoseño, de 50 años de edad, está llena de anécdotas, dramas y grandes satisfacciones. Siendo muy joven, la familia se trasladó a Medellín, pero su madre tuvo que sacarlo de esta ciudad para alejarlo de los peligros del narcotráfico.
Radicado en Cartagena, Martín se ganaba la vida vendiendo agua en los lugares concurridos de la ciudad. Lector apasionado, soñaba con compartir su amor por la lectura con quienes lo rodeaban. Silenciosamente acariciaba un ambicioso proyecto que trascendería su pequeño entorno. Un buen día se le ocurrió la “locura” de llenar de libros el carrito en que solía acarrear el agua, convirtiéndolo en una carreta con la que recorría los barrios prestando y alquilando textos. Así nació la “Carreta Literaria”, una “biblioteca” ambulante que contribuye a fomentar el hábito de la lectura de una manera sencilla, facilitando el acceso a libros a niños, jóvenes y adultos, especialmente en los estratos populares.
La “Carreta Literaria” ha tenido un éxito rotundo, cuenta con una acogida enorme y goza de fama en varias ciudades del país. Su impacto es tan reconocido que escritores como Gabriel García Márquez, William Ospina y José Saramago se cuentan entre sus amigos y socios. Gabo le donó un libro autografiado, con la leyenda ‘Martín, no dejes que las letras se acaben’. Hoy en día La “Carreta Literaria” tiene el apoyo de empresas como RCN, Postobón y el Reinado Nacional de la Belleza, quienes financian la compra de libros y le costean viajes para extender su campaña a otras ciudades del país.