¿Quién podrá salvar al Chocó?
Rufino Córdoba Mosquera
Los chocoanos hemos creído que el único problema que tenemos es el diferendo de Bajirá, todo el mundo muestra su sentido de pertenencia y su dolor de patria si es por Bajirá, nos hemos vuelto hasta xenofóbicos con el del único departamento amigo que tenemos que es el departamento de Antioquia.
Antioquia y Chocó son departamentos hermanos que se necesitan para realizar alianzas estratégicas que nos permitan Potencializarnos. Tenemos en conjunto tantas riquezas naturales, económicas, culturales, recurso Humano, etc., que nos permiten convertirnos en el mayor polo de desarrollo de Colombia. El tema de Bajirá no nos puede dividir, ya el IGAC lo resolvió al ratificar nuestra territorialidad, no sigamos generando odios donde no los hay.
Si bien es cierto que hoy existe una demanda del gobierno de Antioquia ante el Consejo de Estado por una presunta violación del debido proceso sobre los pasos que llevaron al IGAC a la publicación del mapa como territorio chocoano, en nada afecta esto nuestra paternidad sobre Bajirá ya que eso está claramente definido en la ley 13 de 1947.
El Choco tiene otros problemas y muy graves, como son la falta de liderazgo de nuestra dirigencia, la debilidad institucional de sus entidades territoriales, el bajo perfil de nuestros administradores públicos, el altísimo nivel de corrupción de los que manejan la cosa pública, la permisividad de la sociedad con los corruptos lo cual ha permitido que se perpetúen en el poder.
Una sociedad que no diferencia entre sus hijos buenos y los malos es una sociedad enferma; existe una pérdida de valores que raya en la indolencia; la Universidad Tecnológica perdió su rol, está totalmente politizada, hoy no es el faro que debería jalonar el desarrollo del Chocó.
A nuestros líderes los mata el ego y la soberbia intelectual, nunca nos ponemos de acuerdo para tomar decisiones en favor de nuestra tierra, somos yoístas compulsivos; el reciente debate electoral nos desnudó totalmente, todo el mundo resulto ser líder político como si eso fuera soplando y haciendo botellas. Es increíble que inscribiéramos 18 candidatos para senado, nadie escuchó a nadie, no fuimos capaces de ponernos de acuerdo, todos se creyeron barones electorales. En consecuencia, resultaron todos chamuscados.
Terminamos votando por los senadores foráneos después que criticamos tanto esa práctica; había que ver líderes reconocidos de la política regional liderando procesos de senadores foráneos. Si estos se corrompen que podemos esperar de la base. Tanto que criticaron a los senadores de Antioquia y fue por los que más votaron, además de votar por costeños del Atlántico y del Pacífico, santandereanos, vallunos, caucanos, huilenses, caldenses, risaraldenses, cundinamarqueses, boyacenses, en fin todos los candidatos de los diferentes departamentos tenían sus mercaderes chocoanos comprando votos al mejor postor, ¡Qué vergüenza!
Pero los problemas del Choco no paran allí. Tenemos problemas en educación, todavía hay maestros que dan clases en un aula comunal o en la casa arrendada de un miembro de la comunidad. La salud es la más costosa del mundo, por no tener un hospital de tercer nivel la gente debe viajar a Medellín, Cali o Bogotá cuando se trata de enfermedades de mediana o alta complejidad, hay que insistir en la promoción y la prevención, muchas enfermedades graves se pueden evitar; todavía en pleno siglo XXI tenemos municipios sin interconexión eléctrica, negándonos el mundo digital. Estamos totalmente incomunicados por falta de vías carreteables, en fin, todo está por hacer. Es urgente que nos sentemos y hagamos una evaluación racional de nuestra realidad, uno se pregunta, ¿por qué tan pobres y nadando sobre tanta riqueza? Ya tenemos una agenda que nació del reciente paro cívico. Hagámosla cumplir. De nosotros depende, pero por Dios no nos dividamos o de lo contrario el Chocó no tiene futuro.