FLECHO 2018
Giovanni Agudelo M.
“Flecho es como nuestro primer hijo. Un certamen que nace con vida propia, para quedarse en el corazón de toda la gente del Chocó. Una materialización de nuestra visión”.
Esa es la definición que hace la gente de Motete, Velia, Isa, Andrea y todos los organizadores de esta Fiesta de la Lectura y la Escritura del Chocó, Flecho 2018, que se llevó a cabo del 14 al 18 de marzo en Quibdó.
Disfrutamos de invitados de lujo, entre moderadores, panelistas, artistas, músicos, cultores, gestores, poetas, escritores, entre otros, destacando a la fascinante Amalia Lú Posso con la historia de su nana y a la Maestra de todas las Maestras, la señora Zully Murillo con su ‘Cantar los Cuentos y Contar la Selva’.
Leímos e hicimos yoga a orillas del majestuoso Atrato y compartimos sabores y saberes, colores de cocina y narrativas indígenas, también talleres para todos los gustos, de música, de lectura en voz alta, de lecturas en voz baja, y de acertijos, adivinanzas, ilustraciones y medicina tradicional.
Disfrutamos de cuentería, de poesía, de letras urbanas y de hip hop, de la Música del Agua, del Canto de la Selva, en un inolvidable concierto de Marimba, de homenajes, entre otros, al Maestro de todos los Maestros, el señor Jairo Varela y su Grupo de Niche. Y qué decir de los sitios donde se llevó a cabo el Flecho 2018, el Convento, el Malecón, el Banco de la República y, por supuesto, Motete, esa casa tertulia donde coincidimos con nuestros colegas y con todos aquellos que de una forma están inmersos en la cultura del Chocó.
Aprendimos de Moisés Medrano que “La Cultura es un derecho”, de Douglas Makarios Cújar Cañadas que el apellido Martínez es sinónimo de arte en el Chocó y de Saulo Guerrero qué es un ‘Experimento Sagitariano’.
Ya estamos esperando impacientes el Flecho 2019 y queremos vincularnos desde ya como creativos, hasta sentarnos como panelistas y/o moderadores. (En el homenaje a Jairo Varela tuvimos el privilegio de hacerlo),
Flecho 2018 es una muestra de cultura que se debe dar a conocer en el Chocó, resto de Colombia y del mundo.