Cali es conocida co­mo la “Capital de la Sal­sa”, pero el Chocó os­tenta el récord de ser la región que más aportes le ha hecho a este género musical en el país. Para muestra un solo botón: Las dos orquestas de salsa más importantes que ha tenido Colombia, Grupo Niche y Guaya­cán, fueron fundadas por músicos chocoa­nos: Jairo Varela y Alexis Lozano, cuyo ex­traordinario talento le da una impronta de calidad a todas sus composiciones.

​

​

​

A los colombianos poco les dice el nom­bre de Hugo Blanco. Pero si se les explica que este fue el compositor del famoso vi­llancico El burrito sabanero, seguramente vendrán a su memoria recuerdos decembri­nos. Es que no hay colombiano que no haya escuchado esta canción en épocas de Navi­dad. Lo que pocos saben es que el autor de El burrito sabanero, artista venezolano, también le compuso un tema al Chocó. Se trata de una melodía titulada Oro chocoano, interpretada por el propio Hugo Blanco en arpa clásica, sin letra, pieza musical que no necesita palabras para expresar el senti­miento sublime de una bella inspiración.

​

​

​

Hay tres canciones, muy reconocidas en Colombia, compuestas por artistas chocoa­nos y que algunos equivocadamente atribu­yen a otros compositores. La cumbia La su­bienda, cantada por Gabriel Romero, es creación de Senén Palacios, hijo de Neguá, que también escribió temas inolvidables in­terpretados por Joe Arroyo, tales como Llo­viendo, Nadando y Las Cabañuelas. El Pa­tacón pisao, gran éxito musical que dio a co­nocer Juan Carlos Coronel, es obra de Ra­món Chaverra, natural del corregimiento de Las Mercedes (a propósito: El marido de Jo­sefa sólo come pescado es el propio Ramón, que se inspiró en un restaurante mientras es­peraba su plato). El tema de salsa Juguete de nadie, inmortalizado por la Puerto Rican Power, fue compuesto por la quibdoseña Eli­zabeth (“Mimi”) Ibarra, una talentosa can­tante que se ha destacado en escenarios inter­nacionales.