Arnoldo Palacios no sólo fue el más grande novelista cho­coano del siglo XX si­no también uno de los mejores escritores de este género en Colom­bia. Así lo reconocen muchos críticos litera­rios en diversas publi­caciones, donde el nombre de este ilustre certegueño figura entre los autores más destacados del país. Su obra cumbre, la no­vela titulada Las estrellas son negras, lo hi­zo famoso en todos los rincones de Colom­bia y alrededor del mundo. Esta obra, de denuncia social sobre las injusticias que su­fren las gentes del Chocó, ha sido publica­da en varios idiomas y está catalogada en­tre las cien novelas más importantes de Co­lombia en todos los tiempos.

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Viviendo en Bogotá, Arnoldo Palacios terminó de escribir Las Estrellas son Ne­gras el 8 de abril de 1948, precisamente en víspera de uno de los acontecimientos más violentos que han conmocionado al país y que marcó la historia reciente de Colom­bia. Al día siguiente, el 9 de abril de 1948, fue asesinado el líder político Jorge Eliécer Gaitán y estalló la revuelta popular conoci­da como “El Bogotazo”, en medio de la cual se produjeron graves disturbios e in­cendios en la capital de la república. El edi­ficio donde trabajaba el escritor, en el cen­tro de Bogotá, resultó afectado por las con­flagraciones, y los manuscritos de su nove­la, que había acabado de escribir la noche anterior, fueron devorados por las llamas.

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Muy triste por la pérdida de su preciado trabajo, pero dotado de un espíritu inque­brantable y de una memoria prodigiosa, Arnoldo Palacios se propuso reconstruir la obra fielmente, tal como la había escrito originalmente, y durante dos semanas se dedicó a rehacer la novela, recordando ca­da palabra, cada frase e incluso las comas y los puntos. Así renació de entre las cenizas la obra más famosa de la literatura afroco­lombiana.