Con el plan de ordenamiento para el desarrollo del Chocó se busca convertir los desafíos en oportunidades.
La planeación estratégica ha establecido la división del departamento en cinco subregiones: Atrato, Baudó, Costa Pacífica, Darién y San Juan, cada una con características propias en razón a los aspectos fisiográficos o el uso tradicional de la tierra y la vocación de sus habitantes comprometidos en su propio desarrollo.
La distribución e impacto del producto interno bruto (PIB) subregional denota en cada una de las divisiones geográficas una ausencia total del sector transformador de materias primas.
Esta ausencia se interpreta como un nivel muy bajo de desarrollo, pues este sector de la economía tiene la mayor responsabilidad en el crecimiento económico, dada la generación de valores agregados.
La diversas características climáticas y ambientales del Chocó permiten el desarrollo de agroindustrias especializadas sostenibles pensadas a largo plazo. Es importante que tanto la dirigencia de las subregiones como el gobierno se integren en una estrategia de desarrollo, en donde la promoción a la inversión local o extranjera, las oportunidades empresariales bajo el escenario del posconflicto, la estabilidad en las reglas del juego, el mejoramiento en la infraestructura y la consolidación de políticas públicas de impacto social abonen el terreno para pensar en proyectos productivos.
La coyuntura por la que atraviesa el país en materia económica, afectada por un débil crecimiento del PIB, la volatilidad de los precios del dólar y la reducción de las rentas petroleras, son señales que deben redireccionar la atención hacia la oportunidad de la agroindustria y el campo. La visión de desarrollo del Chocó hacia el año 2030 plantea que la sociedad rural y el campo seguirán siendo ejes indiscutibles del desarrollo, y todo esto es viable con base en principios de sostenibilidad económica, social y ambiental, siempre con enfoques innovadores y planes a largo plazo.
En el proceso de implementación de los acuerdos de paz y la consolidación del posconflicto, la agroindustria, entonces, debe ser el motor del desarrollo y crecimiento del Chocó, ante la ausencia reiterada del Estado que no llegaba por la existencia del conflicto armado.