En el enfrentamiento entre la guerrilla y los paramilitares los más perjudicados fueron los miembros de las comunidades, la población civil). En la terrible matanza de Bellavista, Bojayá, murieron 119 personas y entre ellos 49 niños y más de un centenar de heridos y desplazados.
Es increíble y doloroso que quienes más sufrieron en esta guerra absurda, a la fecha muy pocos hayan recibido indemnización del gobierno, pero si a algunos avivatos que se aprovecharon de la ingenuidad y el dolor ajeno, figurando como víctimas de esta masacre del 2 de mayo de 2002.
Para colmo, sus alcaldes no hacen nada sino enriquecerse a costilla de los recursos del sistema de participación (salud, educación, propósito general, entre otros).
Parece que los entes de control son inoperantes, ya que estos administradores (alcaldes) hacen lo que les da la gana con los recursos públicos y nunca los investigan, y cuando lo hacen salen exonerados de toda culpabilidad, a sabiendas que en muchos casos son responsables tanto penal como disciplinarios, y fiscalmente por la malversación de los recursos públicos.
Prueba de ello es que en Bellavista, cabecera municipal, no hay obras distintas a las que se ejecutaron por el gobierno nacional en la reubicación de dicha población, y es tanta la decepción de sus habitantes que ni siquiera reclaman, porque sostienen que a pesar de que denuncien, no pasa nada.
Hasta donde llega la mala suerte de Bojayá, que Bernardo Flórez, gracias al municipio de Bojayá, es Representante a la Cámara y no se ha reivindicado con gestiones ante el gobierno departamental y nacional para inversión de obras sociales, en beneficio de Bojayá.
Para el colmo, Bojayá es el único municipio que en la actualidad cuenta con tres diputados, pero no gestionan ante el gobierno departamental obras que se puedan ver para al menos recompensar el sacrificio que hacen sus habitantes para que ellos nos representen en inversión social, con relación al resto de municipios.
Por ello hay un adagio popular que la ley de la recompensa existe y la forma de nosotros reivindicarnos es no apoyarlos en los diferentes períodos electorales que se realicen a nivel nacional, departamental y local.