Albert Einstein dijo: “Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”. Pareciera que los chocoanos no aprendemos del pasado y estamos condenados a repetir la historia de pobreza, exclusión y marginalidad, ya que no aparece un cambio de dirigencia que asuma el liderazgo de la suerte de mi querida tierra.
Quienes tienen formación y experiencia para esta labor no cuentan con los cuantiosos recursos financieros que demanda la prostituida política regional y las elecciones son el vulgar proceso de concierto popular para delinquir, el voto es una mercancía que se compra y vende de acuerdo a la oferta de dinero.
Son pocos los que votan por el perfil de candidato, sus ideas o su honestidad; eso no cuenta y a veces es factor negativo, ya que es necesario tener un alto prontuario judicial así no esté condenado, lo que lo hace más atractivo para el populacho que vota en forma masiva.
Se hacen pactos que después nadie cumple, las listas se arman con los mismos y sabemos lo que va a pasar, el ganador no le dará entrada a los demás, ya que debe renunciar a la investidura y el que llega se alzaría con la “mermelada” y “el santo y la limosna” y no deja que el otro vuelva al escenario político.
El Chocó es el departamento más “conservadurista” del país.
Cuando se llega a un cargo se tiende a perpetuarse en lo público y lo privado, se hacen reelegir una y otra vez, en juntas barriales, acción comunal, sindicatos, congreso, etc. y la mayoría de cargos en donde la reelección indefinida no está prohibida.
Pareciera que con los movimientos cívicos el pueblo despierta de su marasmo, pero una vez pasa la movilización volvemos a lo mismo y nos olvidamos de todo.
Esta amnesia nos mantendrá en la miseria por mucho tiempo, a no ser que iniciemos un proceso de cambio, que debe empezar por cada uno de nosotros y por la educación que es la única que puede transformar un pueblo.
En las elecciones venideras muchos enemigos del Chocó sacarán votos para el senado, ya que podrán mucha plata. Después no nos quejemos de nuestra Suerte.
Esa plata que entregan en elecciones es la que viene para educación, salud, vivienda, vías, como lo que ha llegado por las regalías de más de un billón de pesos, que sigo preguntando en donde está invertida.
Sería importante que los aspirantes al congreso nos presenten públicamente su declaración de renta y los certificados de los organismos de control en donde conste que no tiene investigaciones penales, fiscales y disciplinarias pendientes.