Transcribo tex­tualmente una histo­ria que encontré en el libro “Confesio­nes de un misionero del Chocó”, del Presbítero Efraín Gaitán Orjuela (q.e.p.d.).

 

La poligamia es una costumbre arrai­gada en el Chocó, es­pecialmente entre las gentes campesi­nas. Carlos Mena Córdoba, de 55 años y residente a orillas del Atrato, muy cerca a Quibdó, tiene cuatro mujeres y 18 hi­jos. Mena posee un rudimentario taller de herrería mecánica y dos pequeñas parcelas "para hacerle frente a la situa­ción". A la pregunta: ¿es cierto que us­ted tiene cuatro mujeres?, respondió:

—Sí, pero eso nada tiene de raro. Yo conozco tipos que mantienen hasta me­dia docena. Eso depende de la moneda que uno tenga.

—¿Todas ellas viven juntas?

—No, porque los ranchos son peque­ños y no caben.

-Sus mujeres no pelean por celos?

—En absoluto. Todas se entienden bien y se visitan. Continuamente se sir­ven las unas a las otras.

—¿A cuál de sus cuatro compañeras prefiere más?

—Las quiero igual. No tengo prefe­rencias.

—¿Cree usted que está bien tener más de una mujer?

—La gente dice que a cada hombre le corresponden siete mujeres y media. Si en esta forma todavía hay vacantes, creo que debemos aumentar el número.

—Don Carlos, ¿cuál es en su concepto el motivo de mayor felicidad en la vi­da?

—Tener hijos. Yo quiero que ellos si­gan mi tradición.

—¿Considera indispensable algún cambio en el Chocó?

—Yo creo que el mundo debe seguir lo mismo.

—Por último, don Carlos, ¿por aquí cerca hay alguien que tenga varias mu­jeres?

—Sí. Mi cuñado Alfonso. El tiene tres en la misma casa. Una de sus mujeres, Bernabela, es mi hermana.

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Mena Córdoba se refería a Alfonso Andrade, personaje que inspiró a Rubén Castro Torrijos la canción El rey del río. Desde entonces a Alfonso Andrade no se le conoce con otro nombre que el de “El rey del río”. La gente le atribuye nueve mujeres y la canción las enumera con nombre propio.