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Renovar la fiesta de San Pacho

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Alexander Palacios P.

Ningún otro evento concita la presen­cia del pueblo cho­coano como las fies­tas de San Pacho. To­dos concurren a Sanpachear al son de la chirimía, el bunde, el disfraz, los tragos, los caches, las com­parsas; cada año se ob­serva más colorido y concurrencia de propios y extraños. Pe­ro esta fiesta crece en jolgorio pero de­cae en arte, cultura, folclor, creatividad, música, danza, la esencia de la fiesta.

Un elemento de decadencia es las ar­mas blancas que se decomisan en cada disfraz, las riñas, heridos y a veces muertes. Algo anda mal.

En San Pacho salen atuendos o cachés plagiados de otras fiestas y carnavales, y muchos son traídos ya elaborados.

En lo creativo no existe producción intelectual, artesanal o laboral que gene­re ingresos económicos y empleo que dinamicen nuestra exigua economía.

 

En producción artística es peor. En danzas, principal elemento de la fiesta, se observa con pena que las comparsas año tras año hacen el mismo pasecito, con tumbao a la derecha y a la izquierda, algunos le agregan alguna modificación pero en esencia es lo mismo.

 

No se observa comparsas organizadas con una verdadera coreografía que ha­yan creado, ensayado y aprendido tres o cuatro pases que impacten, innovadores y que inviten a otras comparsas a crear algo mejor.

 

En los bundes solo se observan brin­cos, manos arriba, movimientos de ca­dera provocativos que incitan al sexo, pero de danza como expresión artística cultural, pocón, pocón.

 

Y en creación y producción musical tampoco se observan nuevas piezas mu­sicales o composiciones que impliquen algún nivel de arte o creatividad.

 

Se escuchan las mismas piezas musi­cales de todos los años y alguna que otra nueva que alguien saca para un bunde, no aporta mayor cosa.

 

Es emocionante ver la belleza de los esbeltos y voluptuosos cuerpos, cade­ras, piernas y torsos, bonitos peinados, atuendos, cachés, disfraces o solo con un suéter y un mocho desmirriado mo­viéndose erótica y frenéticamente al son de una chirimía, ver las lugares atiborra­dos de gente pendiente del disfraz para deleitarse mirando las comparsas con sus cachés y bailes.

 

Pero sería importante que a esta fiesta se le introdujera más arte, más danza, más música, más creación, más cultura, que no sea solo jolgorio, bunde, trago y sexo.

 

Que tenga otros elementos que nos inspiren y levanten el espíritu, el pensa­miento y que contribuya al crecimiento económico y cultural del pueblo cho­coano.

 

San Pacho cada año debería producir nuevas composiciones, coreografías, cantos, coplas, canciones, estribillos, arengas, pregones, artesanías, inventos, platos típicos y creaciones que generen impacto positivo en la chocoanidad.

 

Que no sea solo bunde que al final nos deja mas cansados y pelados que antes de la fiesta y después seguimos igual de pobres y olvidados por el Estado.

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