Sobre el habla chocoana (II)
Curiosidades lingüísticas
Francisco Moreno Mosquera
En el Chocó es muy particular el uso de la doble negación: “Ella no vive aquí no”, “Yo no sé no”. Este es un rasgo posiblemente heredado de la lengua yoruba, en la cual se da el mismo fenómeno usado para enfatizar la negación. Hay una gran variedad de expresiones arcaicas, procedentes del español hablado por los esclavistas, que todavía se escuchan en boca de los abuelos; por ejemplo: “Vos no vai a vení?”, “Vos cuyo hijo soi?”. Evidentemente las palabras “vai” y “soi” corresponden a las formas verbales “vais” y “sois”, propias del español de España.
También existen construcciones gramaticales acuñadas o creadas por los propios chocoanos, que tienen una enorme carga expresiva. A esta categoría pertenece la exclamación “¡Asunto allá!”. El valor semántico de esta breve frase de dos palabras es tan amplio que constituye al mismo tiempo una advertencia y una notificación. Por un lado le advierte a alguien que lo que está haciendo es indebido y que se atenga a las consecuencias; por otro lado le notifica: “Será problema sólo tuyo, yo no tengo nada que ver”. Una expresión de reciente aparición, muy utilizada por los jóvenes, es “Te digo pues”, cuya finalidad es rematar de manera concluyente alguna afirmación.
En cuanto al vocabulario, la lista de términos autóctonos chocoanos es extensa, aunque hay que anotar que ya muchas de ellas entraron en desuso. Palabras como cabecicompa (sin pelo en la cabeza), guarengue (abismo), ñií (pedacito), ijí (sí), ñongar (empapar), quicho (perro), mangruñado (arrugado) forman parte de ese rico catálogo.
Para terminar, me refiero a la palabra “paisa”, que en el Chocó se le aplica a cualquier persona de raza blanca, independientemente de su origen. De allí la anécdota del niño que llegó a casa diciéndole a la mamá: “Mami, te cuento que a mi escuela llegaron unos paisas mexicanos”.